Eliú se creía sabio, pero al estar enojado con Job y sus tres amigos (vs. 2-5), era necio. No es sabio encenderse en ira (Pr. 29:11; cfr. Ef. 4:26).
Eliú se creía sabio, pero al estar enojado con Job y sus tres amigos (vs. 2-5), era necio. No es sabio encenderse en ira (Pr. 29:11; cfr. Ef. 4:26).
Que significa Él es Dios, o, Él es mi Dios.
O, es el espíritu en el hombre, el aliento del Todopoderoso, que les da entendimiento. En este versículo espíritu en el hombre y el aliento del Todopoderoso se encuentran en aposición, lo cual indica que el espíritu del hombre es el aliento de Dios (véase la nota Gn. 2:75b).
Heb. rúaj … neshamah.
Lo dicho por Eliú denota que era muy orgulloso. Aunque tenía plena certeza de poder responder adecuadamente a Job tocante al propósito que Dios tenía al tratar con él, pese a todo lo que dijo, Eliú no respondió a Job con una perspectiva clara, como la visión clara del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento con respecto a la meta de ganar a Cristo al sufrir la pérdida de todas las cosas (Fil. 3:8-14) y con respecto a que el sufrimiento de los santos produce en ellos un eterno peso de gloria (2 Co. 4:17). Lo dicho por Eliú era completamente ajeno a la sabiduría divina; pero en el caso de Pablo, fue impartida una clara palabra de revelación. Por tanto, lo dicho por Pablo era verdaderamente una palabra de sabiduría (1 Co. 12:8).
Además, lo dicho por Job, por sus tres amigos y por Eliú estaba totalmente carente del ejercicio del espíritu para contactar a Dios. Ellos hablaron sobre Dios y se refirieron también al espíritu, pero en todos sus debates no hay el menor indicio de que ellos ejercitaran su espíritu; más bien, ellos ejercitaron su mente para exhibir sus conocimientos. En este asunto, Eliú siguió el ejemplo de sus mayores y habló del mismo modo que ellos. Eliú era una persona repleta del conocimiento del bien y del mal. Él no era una persona que estuviera en el espíritu (cfr. Ap. 1:10).