Este libro responde al problema de que la cultura se había infiltrado en la vida de iglesia en Colosas. Originalmente, Cristo era el único elemento de la vida de iglesia; sin embargo, en ese tiempo surgió un disturbio debido a que la cultura estaba reemplazando a Cristo. La iglesia debe estar constituida de Cristo y únicamente Cristo; sin embargo, la iglesia había sido invadida por algunos elementos de la cultura, especialmente por la religión, manifestada como ascetismo, el cual está relacionado con las ordenanzas y prácticas judías (Col. 2:16, 20-21), y por la filosofía, manifestada como misticismo, el cual tiene relación con el gnosticismo y la adoración de ángeles (Col. 2:8, 18). Por lo tanto, el concepto central de este libro es que no se debe permitir que nada reemplace a Cristo.
Este libro se concentra en Cristo como Cabeza del Cuerpo. Revela de manera más completa que cualquier otro libro de la Biblia lo profundo, lo todo-inclusivo y lo ilimitado que es Cristo.