Hay tres leyes diferentes en las tres diferentes partes del ser del creyente. Como se revela en los caps. 7 y 8, estas tres leyes se originan en los tres partidos que existen en el universo. La ley del pecado y de la muerte que está en los miembros del creyente (v. 23), es decir, en su cuerpo, proviene de Satanás, quien como pecado mora en la carne del creyente. La ley del bien en la mente del creyente (v. 23), es decir, en su alma, proviene de la vida humana natural, es decir, del hombre mismo. La ley del Espíritu de vida en el espíritu del creyente procede de Dios, quien como Espíritu mora en su espíritu (Ro. 8:2, 16). Estos tres partidos, junto con las tres leyes, están ahora presentes en el creyente como lo estaban ellos (Dios, el hombre y Satanás) en el huerto del Edén (Gn. 3). Además de las tres leyes que están en el creyente, existe la ley de Dios, la cual está fuera de él (vs. 22, 25).