La ofrenda de paz representa a Cristo como nuestra paz con Dios para que disfrutemos de Cristo junto con Dios y con el hombre en mutua comunión y gozo (Nm. 10:10; Dt. 27:7). Esta ofrenda se cumple primordialmente cuando disfrutamos a Cristo en la mesa del Señor al partir el pan para hacer memoria de Él y al ofrecer Cristo al Padre para, así, adorar al Padre (Mt. 26:26-30). La ofrenda de paz, la cual implica tener comunión con el Dios Triuno e incluye el disfrute que tenemos de Él, está ilustrada en Lc. 15:23-24 por el becerro gordo que fue disfrutado apaciblemente por el hijo pródigo que retornaba (el pecador) y por el padre que lo recibió (Dios).
La ofrenda de paz es el tipo antiguotestamentario de la mesa del Señor. En la mesa del Señor, los creyentes disfrutan a Cristo como su ofrenda de paz a fin de tener comunión con Dios y los unos con los otros. Este disfrute de la ofrenda de paz es resultado de haber ofrecido el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones (v. 5 y la nota). Nuestro disfrute de Cristo como estas cuatro ofrendas tiene un fruto, un resultado: disfrutamos a Cristo como nuestra ofrenda de paz para tener comunión con Dios y con los otros creyentes. Véase la nota Lv. 3:31.