Que el sumo sacerdote se guardase de contaminación incluso al morir su padre o madre, significa que al ejercer el sacerdocio más elevado, disfrutando de la más íntima comunión con Dios, debemos restringir nuestro afecto natural y no contaminarnos incluso a causa del afecto por nuestros padres (cfr. Mt. 10:37; 12:46-50).
