Véase la nota 1 S. 4:111, párr. 1.
Véase la nota 1 S. 4:111, párr. 1.
El cuadro presentado en los vs. 2-6 nos muestra un pueblo que retorna a Dios, y un hombre, Samuel, que es uno con Dios en la tierra. Como Dios en funciones sobre la tierra, esto es, el representante del Dios en los cielos que gobierna a Su pueblo en la tierra, Samuel comenzó a ministrar.
Samuel, quien por naturaleza era un levita nacido de uno de los descendientes de Coré, el gran rebelde (1 Cr. 6:33-38; cfr. Nm. 16:1-33), ministró en cinco estatus:
1) como nazareo consagrado absolutamente a Dios para el cumplimiento de Su economía, un voluntario que reemplazó a todos los que servían a Dios de manera oficial y formal (1 S. 1:11, 28a);
2) como fiel sacerdote que actuaba en beneficio de Dios, encargado incluso de nombrar y establecer reyes para el gobierno divino sobre la tierra (1 S. 2:35);
3) como profeta establecido por Dios (1 S. 3:20) para ayudar a los reyes que él —como sacerdote— designaba, proclamó la palabra de Dios a fin de reemplazar la enseñanza de la palabra de Dios dada por el viejo sacerdocio;
4) como juez (vs. 15-17) establecido por Dios para ejercer la administración gubernamental de Dios, reemplazó el juicio ejercido sobre el pueblo por el viejo sacerdocio y
5) como hombre de oración, quien oró por los elegidos de Dios, los hijos de Israel (vs. 3-14; 8:6; 15:11b; cfr. 1 S. 12:23), para que fuesen guardados en el camino de Dios, fuesen uno con Él, no fuesen engañados por los ídolos de las naciones y disfrutasen de Dios como Eben-ezer (v. 12) a fin de que se cumpliese el deseo de Dios expresado en Su voluntad con respecto a Sus elegidos.
Dios reconoció ante Jeremías que Samuel, igual que Moisés, fue un hombre que se presentaba ante Él en favor de Su pueblo (Jer. 15:1). Moisés era un sacerdote (Éx. 29), un profeta (Dt. 18:15, 18) y un juez (Éx. 18:13, 16), y él siempre oró por el pueblo de Dios (por ejemplo, véase Éx. 32:11-13, 31-32). En estos asuntos, Samuel fue igual. En el Antiguo Testamento únicamente Moisés y Samuel eran aptos para participar plenamente en el sacerdocio, el profetismo y la judicatura.
Que significa la piedra de ayuda.