La Septuaginta tiene aquí un proverbio adicional: “Al hombre alegre y dadivoso bendice Dios, pero el hombre comprobará plenamente la vanidad de sus obras”. La primera parte de dicho proverbio da origen a lo citado en 2 Co. 9:7.
La Septuaginta tiene aquí un proverbio adicional: “Al hombre alegre y dadivoso bendice Dios, pero el hombre comprobará plenamente la vanidad de sus obras”. La primera parte de dicho proverbio da origen a lo citado en 2 Co. 9:7.