Quizás en referencia a voces de soprano.
Sal. 42 título
Quizás en referencia a voces de soprano.
Los salmos 46—48 alaban a Dios en Su grandeza, particularmente en Su ciudad, Jerusalén. Estos salmos revelan cómo Dios mora en la iglesia como Su ciudad, Su morada, a fin de ser disfrutado por los santos, de modo que en Cristo Él pueda ser Rey sobre toda la tierra.
Representa al Dios Triuno que fluye en Cristo mediante el Espíritu como vida para Su pueblo (Ap. 22:1 y las notas 2 y 3).
El rey en el salmo 45 tipifica a Cristo como el Rey; la ciudad en este salmo, y con frecuencia en la Biblia en su conjunto, representa un reino. Como el Rey, Cristo requiere de una ciudad donde Él gobierne y reine. La ciudad de Dios es la iglesia agrandada, fortalecida y edificada como el centro gobernante para el reinado de Dios en Su reino. La iglesia como casa de Dios (Sal. 23:6; 26:8; 27:4; 36:8; 1 Ti. 3:15) tiene que ser agrandada para llegar a ser la iglesia como la ciudad, el reino, de Dios (Ap. 5:9-10). Finalmente, en la economía de Dios la casa de Dios llega a ser la ciudad santa, la Nueva Jerusalén, como la morada eterna de Dios y el centro gobernante de Su reino eterno (Ap. 21:2-3, 22; 22:3).
La ciudad, que no puede ser conmovida, es el reino inconmovible (He. 12:28), la cual es Cristo mismo con Su agrandamiento, Su aumento (Dn. 2:34-35, 44 y la nota Dn. 2:353b, párr. 2).
Estas palabras dichas por Dios a las naciones que braman de furia (v. 6; 2:1-2) es una profecía indicando que cuando la iglesia sea agrandada, fortalecida y edificada para ser una ciudad como reino de Dios (cfr. Mt. 16:18), entonces Dios tendrá la base que requiere para tomar medidas con respecto a las naciones y poseer la tierra entera (cfr. Dn. 2:34-35; Ap. 19:11-21).