El significado del hebreo es incierto; unos entienden: una porción de vino, y otros: una torta de dátiles.
El significado del hebreo es incierto; unos entienden: una porción de vino, y otros: una torta de dátiles.
David vistió una prenda, el efod, que solamente los sacerdotes debían vestir. En aquella ocasión, él era tanto sacerdote como rey. En cierto sentido, él quebrantó las ordenanzas divinas, pero en otro sentido, esto honraba a Dios y le daba gloria.
Ésta era Sion, la ciudad privada de David, el centro de la ciudad pública de Jerusalén (2 S. 5:7).
Que significa la arremetida contra Uza.
El pueblo de Israel, tal vez influenciado por los filisteos, usó una carreta para mover el Arca (vs. 3-6; cfr. 1 S. 6:7-14). El Arca debía haber sido cargada por los levitas (Nm. 4:15; 7:9; 1 Cr. 15:2). Dios no condenó a los filisteos mundanos por usar una carreta para mover el Arca, pero Él no habría de tolerar que Su pueblo hiciera lo mismo. Dios, en ejercicio de Su soberanía, permitió que los bueyes tropezaran, y cuando Uza, con buenas intenciones, quiso sostener el Arca de Dios y la tocó, fue muerto al instante. Que la mano natural, la mano de hombre, tocase algo divino, provocó la ira de Dios.
El significado del hebreo es incierto.
Dios hizo todo lo necesario para confirmar a David como rey y exaltar su reino con miras al cumplimiento de Su propósito. En esta coyuntura, David comenzó a pensar sobre la morada de Dios en la tierra. Si bien David vivía en casa de cedro, el Arca, que representaba a Dios, aún no tenía un hogar (2 S. 7:2). No pudiendo tolerar tal situación, David decidió mover el Arca de Dios a una morada permanente. Esto indica que el corazón de David estaba centrado en la casa de Dios, Su habitación. Todo cuanto Dios hace por nosotros y todo cuanto Él nos da debe ser íntegramente para que nos preocupemos por la edificación de la morada de Dios en la tierra. Que Dios obtenga una casa para Sí aquí en la tierra avergüenza grandemente a Su enemigo, Satanás. Por generaciones, Satanás ha luchado procurando abusar de la tierra así como usurparla y ocuparla. Como resultado de ello, Dios, en cierto sentido, ha sido expulsado de la tierra. Ésta era la situación en tiempos de David. Sin embargo, David vivía para Dios; él era uno con Dios, y su ser era conforme a Dios. Por ser un hombre conforme al corazón de Dios (1 S. 13:14), David anhelaba preparar un lugar donde Dios pudiera establecerse en la tierra.