Aquí, dar a luz corresponde a engendrar en Hch. 13:33. El Cristo encarnado, incluyendo a todos Sus creyentes, fue engendrado en Su resurrección para ser el Hijo de Dios (1 P. 1:3). De modo que Él ha llegado a ser el Hijo primogénito de Dios, y todos Sus creyentes han llegado a ser los muchos hijos de Dios, los hermanos de Cristo, para constituir Su iglesia (Ro. 8:29; Jn. 20:17 y la nota 2; He. 2:10-12), la cual es Su multiplicación (Jn. 12:24), Su aumento (Jn. 3:29-30), y Su Cuerpo, el cual es Su plenitud, Su expresión (Ef. 1:23).
