En este evangelio la religión es revelada como el enemigo de la vida. En los Evangelios, el judaísmo se opone y persigue al Señor Jesús. En Hechos, sigue oponiéndose y persiguiendo a los apóstoles y a los discípulos (Hch. 4:1-3; 5:17-18, 40; 6:11-14; 7:57-59; 26:9-12). En la historia vemos que la Iglesia Católica perseguía a los seguidores del Señor. Todas las religiones organizadas, de cualquier clase, persiguen a aquellos que buscan al Señor como vida. Todas estas religiones consideran que perseguir a los buscadores del Señor es un servicio ofrecido a Dios.