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Capítulos de libros «El Evangelio de Juan»
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  • El reino de Dios es el reinado de Dios. Es una esfera divina en la cual se entra, un ámbito que requiere la vida divina. Sólo la vida divina puede hacer que las cosas divinas sean reales para nosotros. Por lo tanto, para ver el reino de Dios, o entrar en él, es necesario ser regenerado con la vida divina.

  • En las cosas espirituales, ver es entrar (v. 5).

  • O, nace de arriba. Así también en el v. 7. Nacer de nuevo es nacer de arriba, de los cielos, o sea nacer de Dios, quien está en el cielo.

  • Nicodemo consideraba a Cristo como un maestro que había venido de Dios. Esto indica que él tal vez pensaba que necesitaba mejores enseñanzas para poder mejorarse. Sin embargo, la respuesta del Señor en el siguiente versículo le reveló que su verdadera necesidad era nacer de nuevo. Nacer de nuevo es ser regenerado con la vida divina, una vida diferente de la vida humana que recibimos en nuestro nacimiento natural. Por lo tanto, su verdadera necesidad no era tener mejores enseñanzas para mejorarse, sino la vida divina por la cual pudiera ser hecho de nuevo. Él buscaba enseñanzas, las cuales pertenecen al árbol del conocimiento, pero la respuesta del Señor lo condujo a su necesidad de la vida, la cual pertenece al árbol de la vida (cfr. Gn. 2:9, 17).

  • Ahora bien indica que este caso, el de Nicodemo, difiere de los casos mencionados en los versículos anteriores, Jn. 2:23-25. Allí las personas creyeron en el Señor por haber visto los milagros que hizo. El Señor no podía fiarse de tales personas. Pero el caso mencionado en este capítulo trata de la vida en la regeneración y revela que este libro no trata de cosas milagrosas, sino solamente de la vida. Es por esto que aun los milagros que el Señor hizo en este libro se llaman señales, lo cual significa que el Señor vino para dar vida a fin de que Dios pudiera multiplicarse (Jn. 12:24), no vino para hacer milagros en beneficio del hombre.

  • Aquí, las cosas que están en la tierra no son cosas de naturaleza terrenal, sino cosas que suceden en la tierra, incluyendo la redención y la regeneración. Según este mismo principio, las que están en los no se refiere a cosas de naturaleza celestial, sino a cosas que ocurren en el cielo. En el versículo siguiente el Señor dijo que Él era Aquel que descendió del cielo y que seguía estando en el cielo. Esto indica que Él conocía las cosas que se llevaban a cabo en el cielo, porque Él estaba en el cielo todo el tiempo.

  • Lit., a partir de.

  • La palabra griega que se traduce viento es la misma que espíritu. Se traduce viento o espíritu según el contexto. Este versículo se refiere a algo que sopla, cuyo sonido se puede oír, lo cual indica que la palabra debe traducirse viento. Una persona regenerada es como el viento, que se puede reconocer pero que no se puede entender; aun así, es un hecho, una realidad.

  • El primer Espíritu mencionado aquí es el Espíritu divino, el Espíritu Santo de Dios, y el segundo espíritu es el espíritu humano, el espíritu regenerado del hombre. La regeneración se lleva a cabo en el espíritu humano por medio del Espíritu Santo de Dios, con la vida de Dios, la vida eterna e increada. Así que, ser regenerado significa tener la vida eterna y divina (además de la vida humana, la vida natural) como la nueva fuente y el nuevo elemento de una nueva persona.

  • Lit., a partir de.

  • Las palabras de agua y del Espíritu deberían haber sido claras para Nicodemo y no necesitaron explicación. En Mt. 3:11 Juan el Bautista les dijo las mismas palabras a los fariseos; así que ellos debieron de haber entendido esto muy bien. Ahora Nicodemo, un fariseo, estaba conversando con el Señor, quien le dijo estas palabras conocidas. “El agua” era el concepto central del ministerio de Juan el Bautista, esto es, poner fin al hombre de la vieja creación. “El Espíritu” es el concepto central del ministerio de Jesús, esto es, hacer germinar al hombre en la nueva creación. Estos dos conceptos principales, constituyen el concepto de la regeneración. La regeneración pone fin al hombre de la vieja creación y a todas sus obras, y hace germinar al hombre en la nueva creación con la vida divina.

  • Lit., a partir de.

  • ACERCA DE LA PREPOSICIÓN GRIEGA EIΣ
    Dada la dificultad en traducir la preposición griega εις, hemos usado la preposición en acompañada de un asterisco (*en).
    En cuanto al uso de la preposición griega en el Nuevo Testamento, véase Mt. 28:19, nota 4; Jn. 3:16, nota 2; Hch. 2:38, nota 3, punto 2; 1 Co. 1:2, nota 5; 1 Co. 6:17, nota 1; Gá. 3:27, nota 1 y Fil. 1:29, nota 1.

  • Aquí el mundo se refiere a la gente caída y pecaminosa, que constituye el mundo. No sólo tienen pecado sino también el elemento venenoso del diablo, la serpiente antigua; por lo tanto, han llegado a ser serpientes. Necesitan que Cristo muera por ellos en la forma de una serpiente y que sea juzgado por Dios como substituto de ellos (v. 14); de no ser así, perecerán (v. 16). Aunque los hombres han caído por completo, Dios los sigue amando con Su amor divino, que es Él mismo (1 Jn. 4:8, 16), porque ellos son vasos que Él creó conforme a Su propia imagen para que le contuvieran a Él (Gn. 1:26; Ro. 9:21, 23). Además, Él los ama tanto, que dio a Su Hijo unigénito, Su expresión, para que obtengan la vida eterna y lleguen a ser Sus muchos hijos y sean Su expresión corporativa a fin de que se cumpla Su economía neotestamentaria eterna. Por lo tanto, Dios primero los regenera por Su Espíritu (vs. 3-6), para que tengan Su vida eterna (vs. 15-16, 36a). Después, Él los llena de Su Espíritu ilimitado (v. 34) para que lleguen a ser la novia de Cristo, Aquel que está por encima de todo y es todo-inclusivo (vs. 31-35), a fin de que sean Su aumento y plenitud (vs. 28-30).

  • El crecimiento que se menciona en este versículo es la novia mencionada en el v. 29, y esta novia es una entidad viviente compuesta de todos los regenerados, lo cual significa que la regeneración, el tema de este capítulo, no sólo introduce la vida divina en los creyentes y anula la naturaleza satánica de su carne, sino que también hace de ellos la novia corporativa para obtener el aumento de Cristo. Los dos últimos puntos, la anulación de la naturaleza serpentina en los creyentes, y que los creyentes sean hechos la novia de Cristo, son completamente desarrollados en el libro de Apocalipsis, otro escrito de Juan. Apocalipsis principalmente revela cómo Satanás, quien es la serpiente antigua, será completamente eliminado (Ap. 20:2, 10), y cómo la novia de Cristo, la Nueva Jerusalén, será completamente producida (Ap. 21:2, 10-27).

  • Los vs. 31-36 nos revelan lo ilimitado e inmensurable de Cristo. Él es inmensurable e ilimitado, quien vino de arriba y está por encima de todos, al cual el Padre le ha dado todo, y quien imparte el Espíritu sin medida. Este Cristo necesita un aumento universal para que sea Su novia y Su complemento, tal como se revela en los vs. 22-30. El que cree en el Cristo inmensurable tiene vida eterna; el que le desobedece está bajo la ira de Dios.

  • Procede de, de y viene de son la misma palabra griega. Ya que las personas, asuntos y cosas que están en la tierra proceden de la tierra, de la tierra son. El que viene del cielo se refiere al que procede del cielo; por lo tanto, tal persona es celestial.

  • Ésta es la vida divina e increada de Dios, la cual no solamente es perpetua con respecto al tiempo, sino también eterna y divina en naturaleza. Así también en los vs. 16, 36.

  • Este capítulo trata de la regeneración. Por un lado, la regeneración introduce en nosotros la vida y la naturaleza divinas. Por otro lado, la regeneración le pone fin a la naturaleza maligna de Satanás, la cual está en nuestra carne. En Gn. 3 Satanás, la serpiente, inyectó su naturaleza en la carne del hombre. Cuando los hijos de Israel pecaron contra Dios, fueron mordidos por serpientes (Nm. 21:4-9). Dios le dijo a Moisés que levantara una serpiente de bronce para que el juicio de Dios cayera sobre la serpiente y no sobre ellos; de este modo todo aquel que mirara la serpiente viviría. Eso fue un tipo. En este versículo el Señor Jesús aplicó a Sí mismo ese tipo, dando a entender que en tanto que Él estuviera en la carne, tenía la “semejanza de carne de pecado” (Ro. 8:3), la cual equivale a la forma de la serpiente de bronce. La serpiente de bronce tenía la forma de la serpiente, pero no tenía el veneno de ella. Cristo fue hecho en “semejanza de carne de pecado”, pero no participó en ningún aspecto del pecado de la carne (2 Co. 5:21; He. 4:15). Cuando Cristo, estando en la carne, fue levantado en la cruz, Su muerte destruyó a Satanás, la serpiente antigua (Jn. 12:31-33; He. 2:14). Esto significa que se le puso fin a la naturaleza serpentina, la cual se encuentra dentro del hombre caído. Cuando un hombre es regenerado con la vida divina en Cristo, su naturaleza satánica es anulada. Por esto, el Señor específicamente lo mencionó en esta porción de la Palabra al revelar la regeneración a Nicodemo.

    Es posible que Nicodemo se considerara un hombre moral y bueno. Pero lo dicho por el Señor en este versículo implica que no importa cuán bueno haya sido Nicodemo exteriormente, él tenía interiormente la naturaleza serpentina de Satanás. Como descendiente de Adán, él había sido envenenado por la serpiente antigua, y la naturaleza de la serpiente estaba dentro de él. No solamente necesitaba que el Señor fuese el Cordero de Dios para que quitase su pecado (Jn. 1:29); también necesitaba que el Señor adquiriera la forma de la serpiente para que su naturaleza serpentina fuese anulada en la cruz y le fuera posible obtener la vida eterna. Según el principio establecido en el Jn. 2, esto es cambiar la muerte en vida.

  • Algunos mss. antiguos omiten: que está en el cielo.

  • O, juzgado.

  • ACERCA DE LA PREPOSICIÓN GRIEGA EIΣ
    Dada la dificultad en traducir la preposición griega εις, hemos usado la preposición en acompañada de un asterisco (*en).
    En cuanto al uso de la preposición griega en el Nuevo Testamento, véase Mt. 28:19, nota 4; Jn. 3:16, nota 2; Hch. 2:38, nota 3, punto 2; 1 Co. 1:2, nota 5; 1 Co. 6:17, nota 1; Gá. 3:27, nota 1 y Fil. 1:29, nota 1.

  • O, el juicio.

  • Es decir, hace lo malo habitualmente. La misma palabra se usa en Jn. 5:29.

  • O, expuestas, descubiertas.

  • Según el contexto, aquí verdad denota rectitud (contrario a lo malo, vs. 19-20), la cual es la realidad manifestada en un hombre que vive en Dios conforme a lo que Él es, y la cual corresponde a la luz divina, que es Dios, quien es la fuente de la verdad, manifestado en Cristo. Véase la nota 1 Jn. 1:66.

  • Creer en el Señor no es lo mismo que creerle (Jn. 6:30). Creerle es creer que Él es veraz y real, pero creer en Él es recibirle y estar unido a Él como una sola entidad. Lo primero es reconocer un hecho de manera objetiva, lo último es recibir una vida de forma subjetiva.

  • ACERCA DE LA PREPOSICIÓN GRIEGA EIΣ
    Dada la dificultad en traducir la preposición griega εις, hemos usado la preposición en acompañada de un asterisco (*en).
    En cuanto al uso de la preposición griega en el Nuevo Testamento, véase Mt. 28:19, nota 4; Jn. 3:16, nota 2; Hch. 2:38, nota 3, punto 2; 1 Co. 1:2, nota 5; 1 Co. 6:17, nota 1; Gá. 3:27, nota 1 y Fil. 1:29, nota 1.

  • O, juzgar.

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