Los presentes que los magos ofrecieron a Cristo fueron oro, olíbano y mirra. En figura, el oro es la naturaleza divina; el olíbano, la fragancia de la resurrección; y la mirra, la fragancia de la muerte. Indudablemente los magos ofrecieron estos presentes bajo la inspiración del Espíritu de Dios, para indicar el valor de la naturaleza divina de Cristo y lo preciosas que son Su resurrección y Su muerte. En los cuatro Evangelios, los cuales son las biografías de Jesús, se ve en la vida de Jesús lo representado por estos tesoros. Además, es posible que estos preciosos tesoros ofrecidos por los magos hayan provisto lo necesario para los viajes del Señor, de Judea a Egipto y de Egipto a Nazaret.
