La profecía de Jeremías en los vs. 31-34 con respecto al nuevo pacto fue citada por el apóstol Pablo en He. 8:8-12 y fue aplicada a los creyentes neotestamentarios. Por tanto, el nuevo pacto con sus privilegios y bendiciones está destinado a ser disfrutado por los creyentes neotestamentarios en la era actual. Israel tendrá parte en el nuevo pacto durante el milenio, la era de restauración venidera (Mt. 19:28), en la cual Cristo será la justicia de Israel, su redención y su vida y, como tal, será exaltado para ser la centralidad y universalidad de ellos. Finalmente, mediante el nuevo pacto Dios hará de los creyentes y de Israel una nueva creación (2 Co. 5:17; Gá. 6:15), la cual, a la postre, tendrá su consumación en la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad (Ap. 21:1-3).