Después de presentar en los primeros diez capítulos una comparación detallada entre el judaísmo y la economía de Dios, este libro exhorta a los creyentes hebreos, quienes estaban en peligro de retroceder, a vivir, andar y seguir adelante por fe (He. 10:38-39) es decir, no por vista (2 Co. 5:7). Luego en el cap. 11 la fe es definida conforme a su historia. Tanto la herencia eterna (He. 9:15) como el gran galardón (He. 10:35) prometidos por Dios, son cosas esperadas e invisibles. La fe es lo que da sustantividad a lo que se espera. Por lo tanto, es la seguridad, la confianza, la confirmación, la realidad, la esencia, la base de sustentación, de lo que se espera, es decir, el fundamento que sustenta lo que se espera. La fe también es la convicción de lo que no se ve. Esta fe nos convence de lo que no vemos. Por lo tanto, es la evidencia, la prueba, de lo que no se ve.