Lo cual significa pronunciar juicio, criticar. Así también en los versículos siguientes.
Lo cual significa pronunciar juicio, criticar. Así también en los versículos siguientes.
Se refiere al juicio eterno de Dios, el cual se llevará a cabo principalmente ante el gran trono blanco, como se revela en Ap. 20:11-15. Véase la nota Ro. 14:101a.
La verdad aquí y en los vs. 8, 20 denota la realidad que se revela mediante la creación y mediante la Biblia con respecto a Dios, al universo, al hombre, a la relación entre el hombre y Dios, a las relaciones entre los hombres mismos y a la obligación del hombre para con Dios. También se refiere a la verdadera situación y condición del hombre y tal vez se refiera también a las condiciones del juicio de Dios sobre el hombre, como se indica en los vs. 6-15. Conforme a estas condiciones, Dios ejecutará Su juicio con justicia.
Véase la nota Ro. 2:21. Así también en los vs. 5, 16.
Los vs. 7-10 dan las condiciones básicas del juicio eterno de Dios.
Véase la nota Ro. 2:22.
Lit., en ley; es decir, en la esfera de la ley.
La naturaleza del hombre, tal como fue creada por Dios, originalmente era buena y correspondía a Dios y a Su ley. Aunque fue envenenada por la caída, esta buena naturaleza permanece en el hombre. Así que, si una persona vive conforme a su naturaleza y hace por naturaleza lo que es de la ley, el mal que está en ella será restringido.
La conciencia del hombre corresponde a la naturaleza humana creada por Dios y le permite saber lo que Dios justifica y lo que Él condena.
En esta sección, la cual trata específicamente de la condenación de Dios sobre los religiosos, Pablo primeramente hace mención de la lastimosa condición de los judíos, quienes representan a los religiosos. Ellos sólo tienen la vanidad de sus ritos, de la letra de la ley y de su conocimiento religioso; no tienen a Dios como su realidad.
En la religión judía Dios es conocido sólo de modo exterior y objetivo, no de manera interior y subjetiva. Esto muestra la vanidad de la religión humana.
O, pones a prueba las cosas que difieren.
Las personas religiosas practican los mismos males que los no religiosos, lo cual expone la vanidad de su religión. Véase la nota Ro. 2:171.
O, satisface los requisitos de la ley.
Lit., Porque el judío en lo que es manifiesto no es judío, ni la circuncisión en lo que es manifiesto es circuncisión.
Ninguna práctica religiosa que sea una mera formalidad, algo externo, es real, como es el caso de la circuncisión. Véase la nota Ro. 2:171.
Lit., sino que el judío es judío en lo que está escondido.
Todo lo que somos, todo lo que hacemos y todo lo que tenemos debe estar en el espíritu. Esto nos guardará de la vanidad de la religión. Véase la nota Ro. 1:92. La realidad de todas las cosas espirituales radica en el Espíritu de Dios, y el Espíritu de Dios está en nuestro espíritu. Así que, la realidad de todos los asuntos espirituales radica en nuestro espíritu, y no en algo aparte de nuestro espíritu. Todo lo que está en nosotros es vanidad, a menos que esté en nuestro espíritu. Todo lo que Dios es para nosotros se encuentra en nuestro espíritu.