Lit., transferido en figura, expresión que indica una metáfora. Lo que escribió el apóstol en los capítulos anteriores, los caps. 1—3, podía aplicarse a todos los que servían al Señor, especialmente a los corintios orgullosos y divisivos. Pero por amor de ellos, debido a su condición y para su bien, Pablo aplicó estas cosas a él mismo y a Apolos, como figuras de esta metáfora, tal como había dicho en 1 Co. 3:5-8. Al hacer esto, Pablo esperaba que los corintios envanecidos entendieran la comparación que él hacía y la aplicaran a sí mismos.