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Capítulos de libros «La Primera Epístola de Pablo a Los Corintios»
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  • Porque indica que el cap. 10 no es sólo una continuación del cap. 9, sino también una definición adicional de lo que significa correr la carrera, lo cual fue mencionado en 1 Co. 9:24-27, y usa como ejemplo el cuadro de los hijos de Israel corriendo en la “pista de carreras” en el desierto para entrar a la tierra prometida.

  • Esto hace referencia a la expresión ¿No sabéis? de 1 Co. 9:24.

  • Esto indica que todos los hijos de Israel que habían disfrutado la Pascua entraron en la carrera, y que comenzaron a correrla desde el día en que partieron de la tierra de Ramesés (Éx. 12:37).

  • La nube que cubría a los hijos de Israel tipifica al Espíritu de Dios, quien está con los creyentes neotestamentarios. Inmediatamente después que estos creyentes toman a Cristo como su Pascua (1 Co. 5:7), el Espíritu de Dios viene para estar con ellos y guiarlos a correr la carrera cristiana, así como la columna de nube guió a los hijos de Israel (Éx. 13:21-22; 14:19-20).

  • Los hijos de Israel fueron bautizados para con Moisés a fin de comenzar la carrera santa con miras a cumplir el propósito de Dios, es decir, entrar en la buena tierra y edificar el templo, a fin de que Dios tuviera un reino con una expresión de Sí mismo en la tierra. Esto tipifica el hecho de que los creyentes neotestamentarios son bautizados en Cristo (Gá. 3:27) para que Dios tenga Su reino en la iglesia como Su expresión en la tierra.

  • La travesía de los hijos de Israel por el mar Rojo (Éx. 14:21-30) tipifica el bautismo de los creyentes neotestamentarios (Ro. 6:4).

  • En la nube significa en el Espíritu, y en el mar denota en el agua. Los creyentes del Nuevo Testamento son bautizados en el agua y en el Espíritu (Mt. 3:11; Hch. 1:5; 1 Co. 12:13).

  • Se refiere al maná (Éx. 16:14-18), el cual tipifica a Cristo como nuestro suministro diario de vida (Jn. 6:31-35) para la travesía de la vida cristiana. Todos los creyentes debemos comer el mismo alimento espiritual, y no debemos comer nada que no sea Cristo.

  • Se refiere al agua viva que fluyó de la roca hendida (Éx. 17:6), la cual tipifica al Espíritu, nuestra bebida todo-inclusiva, quien fluyó del Cristo crucificado y resucitado (Jn. 7:37-39; 1 Co. 12:13). Para correr la carrera, todos debemos beber la misma bebida espiritual y debemos beber únicamente del Espíritu todo-inclusivo.

  • La roca que fue golpeada y hendida para hacer fluir el agua viva para el pueblo escogido de Dios (Éx. 17:6) era una roca física. Sin embargo, el apóstol la llamó una roca espiritual porque tipificaba a Cristo, quien fue golpeado y hendido por Dios para hacer fluir el agua de vida (Jn. 19:34) a fin de saciar la sed de Sus creyentes. Por eso, el apóstol dijo que la roca era Cristo. Puesto que era una roca espiritual que representaba a Cristo, podía seguir a los hijos de Israel. Esto indica que Cristo como la roca verdadera sigue a Sus creyentes.

  • Es decir, cayeron tendidos en tierra al ser muertos. Esto se refiere a Nm. 14:16, 29.

  • Lit., tipos (así también en el v. 11); es decir, figuras de hechos o de verdades espirituales. Este libro considera la historia de los hijos de Israel, que se narra en el Antiguo Testamento, como tipo de los creyentes neotestamentarios. En 1 Co. 5:7-8 los creyentes experimentaron a Cristo como Pascua y comenzaron a celebrar la Fiesta de los Panes sin Levadura. En este capítulo son bautizados para con Moisés (Cristo), habiendo pasado por el mar Rojo (la muerte de Cristo). Ahora comen el alimento espiritual y beben la bebida espiritual para emprender su viaje (en la carrera cristiana) hacia la buena tierra (el Cristo todo-inclusivo). También, se les advierte aquí (v. 11) que no repitan la historia de los hijos de Israel de hacer el mal contra Dios, como se muestra en los vs. 6-11.

    La meta que Dios tenía al llamar a los hijos de Israel era que entraran en la tierra prometida para disfrutar de sus riquezas, a fin de que establecieran el reino de Dios y fueran Su expresión en la tierra. No obstante, aunque todo Israel había sido redimido por medio de la Pascua, librado de la tiranía egipcia y llevado al monte de Dios para recibir la revelación de la morada de Dios, el tabernáculo; casi todos cayeron y murieron en el desierto, no alcanzando así esa meta (He. 3:7-19) debido a sus malas obras y a su incredulidad. Sólo Caleb y Josué alcanzaron la meta y entraron en la buena tierra (Nm. 14:27-30). Esto significa que aunque hemos sido redimidos por medio de Cristo, librados de la esclavitud de Satanás y conducidos a la revelación de la economía de Dios, aun así es posible que no lleguemos a la meta del llamamiento de Dios, la cual consiste en que poseamos nuestra buena tierra, Cristo (Fil. 3:12-14), y disfrutemos de Sus riquezas con miras al reino de Dios a fin de que seamos Su expresión en la era actual y participemos del pleno disfrute de Cristo en la era del reino (Mt. 25:21, 23). Esto debe ser una advertencia solemne para todos los creyentes neotestamentarios; lo fue especialmente para los corintios, quienes corrían el riesgo de repetir el fracaso que los hijos de Israel tuvieron en el desierto.

  • El apóstol se incluyó entre todos los creyentes en cuanto al asunto de correr la carrera cristiana.

  • El modo indebido de comer de los israelitas estaba relacionado con su idolatría al adorar el becerro de oro (Éx. 32:1-6). Aquí las palabras del apóstol implican que el hecho de que los corintios comieran de lo sacrificado a los ídolos sin la debida consideración, también estaba relacionado en cierto modo con la idolatría.

  • La fornicación acompaña a la idolatría (Nm. 25:1-2). Por eso, estas cosas se mencionan juntas, igual que en Hch. 15:20 y 29. Sin duda, en este pasaje queda implícito que estos dos males existían entre los creyentes de Corinto. Por tanto, estos asuntos son los temas principales tratados en los caps. 5—10.

  • Esto significa caer tendido en tierra al ser muerto.

  • Lit., probemos a lo sumo, tentemos en todo aspecto. Tentaron, que se usa más adelante en este versículo, no conlleva el significado de a lo sumo o en todo aspecto.

  • La murmuración de los hijos de Israel (Nm. 16:41) tipificaba el hablar negativo de los creyentes de Corinto en contra del apóstol (1 Co. 4:3; 9:3).

  • El ángel de Dios que exterminaba (Éx. 12:23; 2 S. 24:16-17).

  • Lit., acontecían.

  • Lit., descendido, llegado.

  • Los siglos se refiere a todas las edades pasadas; los fines de los siglos, al hecho de que todas las edades pasadas llegaban a su consumación con el inicio de la era neotestamentaria. Por lo tanto, los fines de los siglos habían llegado a la gente de aquella época. Aquellas personas podían, en la era neotestamentaria, tomar la amonestación de la historia de los hijos de Israel. Después de la era del Nuevo Testamento vendrá la era del reino, durante la cual estos ejemplos de la era del Antiguo Testamento ya no serán de utilidad para correr la carrera cristiana.

  • Con base en la amonestación de los vs. 5-11, el apóstol les advirtió a los corintios que no pensaran que estaban firmes, sin ningún peligro de caer muertos, como aconteció a los hijos de Israel.

  • Así como los hijos de Israel cayeron y murieron en el desierto (vs. 5, 8). Algunos creyentes de Corinto cayeron y murieron por haber ofendido al Cuerpo del Señor (11:27-30).

  • Este versículo es una continuación de la advertencia dada en el v. 12, lo cual indica, por una parte, que debemos guardarnos de la tentación, no sea que caigamos y muramos, y por otra, que Dios en Su fidelidad no permitirá que nos llegue ninguna tentación que no podamos soportar, sino que, juntamente con la tentación, siempre nos dará la salida.

  • O, común a todos los hombres.

  • O, probados.

  • Esto indica que la sección siguiente, hasta el v. 30, es una conclusión de la sección anterior, desde 8:1, acerca de comer lo sacrificado a los ídolos.

  • Se refiere a la idolatría relacionada con comer cosas sacrificadas a los ídolos.

  • O, participación mutua. La palabra comunión aquí se refiere a la comunión que los creyentes tienen en la participación mutua de la sangre y el cuerpo de Cristo. Esto hace que nosotros, los que participamos de la sangre y el cuerpo del Señor, seamos uno, no sólo entre nosotros sino también con el Señor. Nosotros, los participantes, nos identificamos con el Señor en la comunión de Su sangre y cuerpo. El pensamiento del apóstol era mostrar que al comer y beber nos hacemos uno con lo que ingerimos. Los corintios debían haberse dado cuenta de que comer indebidamente de lo sacrificado a los ídolos en realidad los hacía uno con los demonios que estaban detrás de los sacrificios.

  • Este único pan representa el Cuerpo de Cristo. Todos somos un solo Cuerpo porque todos participamos de un solo pan. Nuestra participación mutua de este pan hace que todos seamos uno. Esto indica que nuestra participación en Cristo hace que todos seamos Su Cuerpo único. El propio Cristo de quien todos participamos nos constituye Su Cuerpo único.

  • Participar (es decir, comer, vs. 28-30) de ese único pan nos identifica con el pan. Esto indica que nuestra participación de Cristo, nuestro disfrute de Cristo, nos identifica con Él, haciéndonos uno con Él.

  • O, participan juntamente del altar. Los que comen de los sacrificios del altar, no sólo tienen comunión unos con otros y con el altar, sino que también participan juntamente de lo que comen. Su participación de lo que comen los hace uno con los sacrificios del altar. Esto también muestra cómo el comer hace que el que come sea uno con lo que come. Participar de lo sacrificado a los ídolos produce lo mismo: identifica a los participantes con los demonios que están detrás de tales sacrificios.

  • Puesto que el altar es la base de los sacrificios ofrecidos a Dios, comer de los sacrificios del altar hace que los que comen tengan comunión con el altar, que participen juntamente del mismo.

  • Un ídolo y lo sacrificado a un ídolo no son nada (v. 19; 8:4). Pero detrás de ellos están los demonios, los cuales son abominables y aborrecibles para Dios. Los creyentes, quienes adoran a Dios, no deben identificarse con los demonios ni entrar en comunión con ellos, lo cual resulta de comer lo sacrificado a los ídolos. Puesto que los demonios son la realidad de los ídolos, comer lo que se ha sacrificado a los ídolos hace que los que comen tengan comunión con demonios, que participen conjuntamente de ellos.

  • Véase la nota 1 Co. 10:181. Los que comen de lo sacrificado a los ídolos no sólo entran en comunión con demonios, sino que también participan juntamente de los demonios, haciéndose así uno con ellos.

  • Beber la copa del Señor y participar de la mesa del Señor es identificarnos con el Señor. Beber la copa de los demonios y participar de la mesa de los demonios es hacernos uno con los demonios.

  • El Señor es el Dios celoso (Éx. 20:5). La idolatría le es totalmente abominable y aborrecible. Si participamos de la comunión con los demonios, haciéndonos uno con ellos, provocaremos a celos al Señor. Por lo tanto, debemos huir de la idolatría (v. 14).

  • Los vs. 14-22 abordan el asunto de comer lo sacrificado a los ídolos desde el punto de vista de hacerse uno con los demonios. Desde el v. 23 hasta 1 Co. 11:1 se aborda este tema desde el punto de vista de edificar a otros para la gloria de Dios (v. 31).

  • Véase la nota 1 Co. 6:122.

  • Véase la nota 1 Co. 6:123.

  • El versículo paralelo, 1 Co. 6:12, concluye con: “No me dejaré dominar de ninguna”. Este versículo termina en: “No todo edifica”. El primero tiene que ver con nosotros mismos, y éste, con los demás.

  • En los tiempos de los apóstoles, normalmente sólo parte de lo sacrificado a los ídolos era consumido y el resto era dado a los sacerdotes o a los pobres, o era vendido de nuevo en el mercado. Era posible que los compradores, sin darse cuenta, compraran carne que había sido ofrecida a los ídolos.

  • Es decir, comer. Esto indica que comer es participar (v. 17).

  • Los vs. 23, 31 y 1 Co. 6:12 nos dan cuatro principios básicos que deben regular la conducta de los creyentes neotestamentarios. Todo es lícito, pero todo lo que hagamos,
    1) con respecto a la cosa en sí, debe ser provechoso;
    2) en cuanto a nosotros mismos, no nos debe dominar;
    3) con respecto a otros, los debe edificar
    4) en cuanto a Dios, lo debe glorificar.
    De otra manera, nada que no cumpla estas condiciones nos es permitido.

  • Esto indica que la porción desde 1 Co. 10:31 hasta 1 Co. 11:1 es una conclusión para esta subsección (desde el v. 23).

  • La expresión griega traducida no seáis tropiezo se deriva de la misma raíz que la palabra traducida tropezadero en 1 Co. 8:9 es diferente de la expresión poner tropiezo usada en 1 Co. 8:13.

  • En los tiempos neotestamentarios hay tres categorías de personas:
    1) los judíos, el pueblo escogido de Dios;
    2) los griegos, los gentiles incrédulos
    3) la iglesia, compuesta de los que creen en Cristo.
    No debemos ser una ofensa, un tropiezo, para ninguna de estas tres categorías de personas a fin de que sean salvas (v. 33).

  • ¡Qué gran ejemplo nos dio el apóstol!

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