Esto indica que este versículo es la conclusión de la última parte del cap. 6, 2 Co. 6:14-18.
Esto indica que este versículo es la conclusión de la última parte del cap. 6, 2 Co. 6:14-18.
Las promesas mencionadas en 2 Co. 6:16-18.
La contaminación de la carne está relacionada con ser contaminado por las cosas materiales; la contaminación del espíritu se relaciona con ser contaminado por las cosas del mundo espiritual, tales como los ídolos.
La santidad consiste en estar apartado para Dios separándonos de todo lo que no sea Él (véase la nota Ro. 1:23 y la nota Ef. 1:43c). Perfeccionar la santidad es hacer que esta separación sea completa y perfecta, que todo nuestro ser —espíritu, alma y cuerpo— sea completa y perfectamente apartado y santificado para Dios (1 Ts. 5:23). Esto es lo que significa ser completamente reconciliado con Dios.
No atreverse a tocar lo que no pertenezca a Dios o no esté relacionado con Él (2 Co. 6:17).
La exhortación franca que se encuentra en 2 Co. 6:14-18; 7:1 se da de modo parentético para hacer que los corintios distraídos se vuelvan a su Dios santo y dejen de tener contacto con cosas que contaminan, a fin de ser completamente reconciliados con Él. Así que, este versículo en realidad es una continuación de nota 2 Co. 6:11-13, donde se les ruega a los creyentes que tengan un corazón ensanchado para con los apóstoles, que hagan lugar para los apóstoles. Desde este versículo hasta el final del capítulo, el apóstol, en su ruego, expresó su preocupación íntima por los creyentes, para que ellos fuesen consolados y alentados a ir adelante de modo positivo con el Señor después de ser plenamente reconciliados con Él.
En primer lugar, a nadie hemos agraviado; luego, a nadie hemos corrompido; y por último, de nadie hemos tomado ventaja.
Ésta es la expresión de una relación muy íntima.
2 Co. 1:12, 14; 8:24; 9:2; 2 Ts. 1:4
Lit., el consuelo, el gozo; se refiere al consuelo específico, al gozo específico que Tito le trajo.
Se refiere al hombre exterior, que incluye el cuerpo y el alma (véase la nota 2 Co. 4:161); los conflictos por fuera y los temores por dentro tienen que ver con el cuerpo y el alma. No tener reposo en la carne es diferente de no tener reposo en el espíritu (2 Co. 2:13).
Lit., humildes; por derivación, los abatidos (por causa de las circunstancias abrumadoras).
Debido a su profunda preocupación con respecto a cómo responderían los creyentes corintios a su primera epístola, el apóstol no tenía reposo en su espíritu (2 Co. 2:13) e incluso estaba abatido, anhelando ver a Tito para obtener información acerca de la respuesta de los corintios. Ahora Tito no sólo había venido, sino que también había traído buenas nuevas de la respuesta positiva de ellos. Esto fue un gran consuelo para el apóstol.
Lit., presencia. Así también en el versículo siguiente.
2 Co. 7:11; 2:2, 4
Se refiere a la primera epístola del apóstol a los corintios.
Esto indica que en su primera epístola el apóstol no solamente fue osado y franco al reprender a los creyentes, sino que también fue tierno y suave para con ellos.
Esto muestra que la primera epístola del apóstol a los creyentes tuvo efecto en ellos.
Éste era el resultado que el apóstol deseaba cuando escribió su primera epístola.
La primera epístola del apóstol contristó a los corintios según Dios, y no por ninguna otra cosa. Esto indica que ellos habían sido conducidos de nuevo a Dios, o sea, reconciliados con Él.
Se refiere a ser reconciliados con Dios (2 Co. 5:20), lo cual da por resultado más vida, que está en contra de la muerte. Por esta reconciliación, el apóstol vio el fruto de su primera epístola a los corintios.
O, diligencia. Esto se refiere a la solicitud que los creyentes corintios arrepentidos tenían por el apóstol, solicitud que brotaba a causa de la tierna preocupación que él tenía por ellos con respecto a la relación que ellos tenían con Dios y a su condición delante de Dios. Anteriormente, no les importaba la preocupación del apóstol; ahora, en su arrepentimiento, mostraban atención y solicitud al respecto. Así también en el v. 12.
O, efectuó. Los siete resultados producidos por la tristeza para arrepentimiento que sintieron los creyentes corintios, según se enumera en este versículo, eran una rica cosecha de la primera epístola del apóstol a los corintios.
La palabra griega traducida “y” aparece seis veces en este versículo y significa no sólo eso, sino también.
O, vindicación, demostración de inocencia; esto se refiere a la vindicación que los creyentes corintios hicieron de sí mismos ante Pablo por medio de Tito, en la cual probaron su inocencia con respecto a la ofensa.
Indignación por la ofensa y en contra del ofensor.
Temor del apóstol, quien podría ir a ellos con vara (1 Co. 4:21).
Anhelo por el apóstol. Los creyentes arrepentidos temían al apóstol, pero también le tenían gran afecto.
Celo por dar un castigo justo al ofensor.
Es decir, el hecho de imponer justicia, hacer justicia a todas las partes involucradas, a manera de castigo disciplinario (2 Co. 2:6).
Los últimos seis resultados de la tristeza que causa el arrepentimiento y es según Dios, forman tres pares: el primero está relacionado con el sentimiento de vergüenza por parte de los creyentes de Corinto, el segundo con el apóstol, y el tercero con el ofensor (según Bengel). La traducción de Wuest también indica esto con la expresión “Sí…de hecho”, la cual se usa tres veces como sigue: “Sí, defensa verbal de vosotros, de hecho, indignación; sí, temor, de hecho, ardiente afecto; sí, celo, de hecho, la imposición del castigo disciplinario”.
Se refiere al caso de incesto, que fue condenado por el apóstol en el 2 Co. 5 de la primera epístola.
El hermano que cometió incesto (1 Co. 5:1).
El padre del hermano que cometió el incesto.
Los creyentes corintios verdaderamente amaban a los apóstoles y eran solícitos hacia ellos, pero habían sido descarriados por maestros falsos. Por tanto, el apóstol escribió la primera epístola con la intención de hacerlos volver para que se les hiciese manifiesto el amor y solicitud que ellos tenían por los apóstoles.
Esto indica que el apóstol era muy humano y emotivo al ministrar la vida a otros.
Esta sección principal de 2 Co. 2:12 a 2 Co. 7:16, acerca del ministerio de los apóstoles del nuevo pacto y acerca de ellos mismos como ministros del nuevo pacto, empieza hablándonos de la ansiedad que tenía el apóstol por ver a Tito debido a su preocupación amorosa por los creyentes corintios (2 Co. 2:13), y termina con el consuelo y el ánimo que recibió cuando llegó Tito, quien trajo buenas noticias con respecto a los creyentes de Corinto.
Esto demuestra que aunque los apóstoles eran humanos y emotivos, con todo, permanecían en su espíritu al ministrar la vida a otros.
Lit., entrañas. La misma palabra griega usada en 2 Co. 6:12. Véase la nota Fil. 1:81c.
O, tengo confianza en vosotros. El apóstol fue animado por los creyentes corintios y podía tener confianza en ellos.