En este capítulo, la palabra cadáver (o cadáveres) es usada trece veces, y muertos (o muere) es usada tres veces. Todo lo que está muerto es inmundo (vs. 8, 11, 24, 27, 31-40). Ser inmundo es, por tanto, sinónimo de estar muerto. Que la muerte sea mencionada en relación con nuestra dieta indica que lo que comemos, nuestra dieta, es asunto de vida o muerte. La vida procede del árbol de la vida, mientras que la muerte procede del árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn. 2:9, 17 y las notas). La muerte es abominable para Dios. Por tanto, a fin de llevar una vida santa, debemos abstenernos de toda muerte, es decir, de toda muerte espiritual.