La quinta etapa del pastoreo de Cristo consiste en que disfrutamos de la bondad y la benevolencia amorosa divinas en la casa de Jehová por la duración de nuestros días. Al experimentar el pastoreo orgánico del Cristo pneumático, la bondad y la benevolencia amorosa nos siguen “todos los días de [ nuestra ] vida”, en referencia a la era presente. La bondad se refiere a la gracia de Cristo, la benevolencia amorosa se refiere al amor del Padre y seguirán implica la comunión del Espíritu (2 Co. 13:14). Al final, este disfrute del Dios Triuno procesado y consumado nos introduce en el disfrute de Dios en la casa de Dios (Cristo, la iglesia y la Nueva Jerusalén, Jn. 1:14; 2:21; 1 Ti. 3:15-16; Ap. 21:2-3, 22), donde moraremos “por la duración de [ nuestros ] días”, refiriéndose a la era presente, la era venidera y la eternidad.