El reinado de Cristo será en justicia y con equidad (véase la nota Sal. 89:141) y tendrá como resultado la paz (vs. 3, 7; cfr. Is. 32:17; He. 12:11).
El reinado de Cristo será en justicia y con equidad (véase la nota Sal. 89:141) y tendrá como resultado la paz (vs. 3, 7; cfr. Is. 32:17; He. 12:11).
En este salmo el Cristo reinante está tipificado por el reinante Salomón (véase el encabezamiento), el hijo de David (Mt. 1:1; 22:42), en su tiempo de prosperidad y apogeo (1 R. 9; 1 R. 10). El reinado de Cristo tipificado por el reinado de Salomón estará presente en el milenio en la era de la restauración (Mt. 19:28; Ap. 20:4, 6).
Sal. 127 título
El Libro Uno de Salmos concluye con Sal. 41:13, y el Libro Dos concluye con los vs. 18-19 del presente salmo. Los dos pasajes son similares, pero la conclusión en este salmo es superior debido a que se menciona el nombre glorioso de Dios así como el hecho de que la tierra entera será llena de Su gloria a causa de haber sido ganada mediante el disfrute de Dios en Su casa y en Su ciudad (véase la nota Sal. 68:291).
Es decir, las islas y orillas del mar Mediterráneo.
Es decir, el Éufrates.
En Su segunda venida, Cristo ganará la tierra no tanto al ejecutar Su justo juicio, sino al venir como lluvias para regar a los pueblos de la tierra. Él tendrá misericordia de la tierra y retornará manifestando gracia a manera de muchas lluvias que satisfarán a los sedientos (cfr. Ap. 22:17). En aquel día todas las naciones recibirán las lluvias de parte de Cristo y estarán felices bajo Su señorío.