Elías tipifica la era antiguotestamentaria con la economía antiguotestamentaria, y Eliseo tipifica la era neotestamentaria con la economía neotestamentaria. El cambio de eras se produjo mediante el paso por cuatro lugares: Gilgal, Bet-el, Jericó y el río Jordán (vs. 1-8). Gilgal fue donde el pueblo de Dios le dio fin a su carne circuncidándose (Jos. 5:2-9); Bet-el es el lugar donde uno renuncia al mundo para volverse completamente a Dios, tomándolo como su todo (Gn. 12:8); Jericó, la primera ciudad que Josué y el pueblo de Israel tuvieron que derrotar cuando entraron en la buena tierra, representa la cabeza del enemigo de Dios, Satanás (Jos. 6:1-27); y el río Jordán, donde se dio inicio al bautismo neotestamentario, representa la muerte (Mt. 3:5-6 y la nota Mt. 3:62b). Para cruzar el río Jordán, Elías golpeó las aguas con su manto, el cual tipifica al Espíritu derramado, el Espíritu de poder (v. 8). El Espíritu de poder se hizo cargo del río de muerte para abrir el camino por el cual cruzaron Elías y Eliseo. Todo esto significa que para que en nuestra experiencia ocurra el cambio de la era del Antiguo Testamento a la era del Nuevo Testamento, tenemos que darle fin a nuestra carne (Gá. 5:24), renunciar al mundo y volvernos a Dios (1 Jn. 2:15-17), derrotar a Satanás (Ap. 12:11) y pasar por la muerte (Ro. 6:3-4; Gá. 2:20).