Con el sentido de maquinaciones.

Con el sentido de maquinaciones.
Expresión hebrea. El dedo (v. 46) es más pequeño que la mano y que el brazo. Para echar fuera a los demonios no se necesita la mano de Dios (Jn. 10:28-29) ni el brazo de Dios (Is. 53:1); el dedo de Dios es suficientemente poderoso para hacerlo. Aun así, se hace por el Espíritu de Dios (Mt. 12:28).
Con respecto a los vs. 17-23, véanse las notas de Mt. 12:25-30 y de Mr. 3:23-27.
Véase la nota Mt. 10:251a.
Con respecto a los vs. 14-15, véanse las notas de Mt. 9:32-34 y Mt. 12:22-24.
El Señor, antes de morir, les dijo a Sus discípulos que pidieran el Espíritu Santo; pero después de Su muerte y resurrección les dijo que recibieran el Espíritu Santo (Jn. 20:22). Con respecto a los mandamientos en las Escrituras cuyos requisitos todavía no se han cumplido, debemos pedir; pero con respecto a los mandamientos cuyos requisitos ya se han cumplido, debemos recibir.
Véase la nota Mt. 7:112b.
Algunos mss. dicen: ¿si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, en lugar de…?
Con respecto a los vs. 9-13, véanse las notas de Mt. 7:7-11.
Algunos mss. añaden: mas líbranos del maligno (o, del mal).
Algunos mss. dicen: Padre nuestro, que estás en los cielos.
Con respecto a los vs. 2-4, véanse las notas de Mt. 6:9-13.
Lit., patio.
Cristo, el Hijo de Dios, es mucho más fuerte que Satanás, el hombre fuerte. Por esto, puede sojuzgar y vencer a Satanás por nosotros.
Véase la nota Mr. 9:401.
Con respecto a los vs. 24-26, véanse las notas de Mt. 12:43-45.
Con respecto a los vs. 29-32, véanse las notas de Mt. 12:38-42.
Véase la nota Mr. 4:211a.
Véase la nota Mt. 6:221.
O, iluminado.
Véase la nota Mt. 6:231.
La luz que hay en nosotros, con la cual el ojo ilumina todo el cuerpo (v. 34), es la luz que hay en nuestro corazón, que debe ser guardada pura para Dios (Mt. 5:8). Véase la nota Mt. 6:232.
Se refiere a la primera comida, tomada temprano en la mañana (así también en el v. 38).
Lit., bautizado (lo cual indica un lavamiento ceremonial).
“Dentro” se refiere al contenido del vaso y a lo que hay en el plato (v. 39); éstos representan lo que había en el corazón de los fariseos. Ellos tenían codicia en su corazón; por eso estaban llenos de rapiña y de maldad (v. 39). Por lo tanto, el Señor les mandó dar como limosnas lo que codiciaban en su corazón, para que todas las cosas les fuesen limpias.
O, juicio.
Véase la nota Mt. 23:232.
Véase la nota Mt. 5:151.
Véase la nota Mt. 5:152b.
O, monumentos (así también en el v. 48).
Se refiere a Cristo, quien es la sabiduría de Dios en la economía neotestamentaria de Dios (1 Co. 1:30); Él es el “Yo” de Mt. 23:34. Lo dicho por el Señor en Mt. 23:34-36 y en Lc. 11:49-51 se basaba en lo que consta en 2 Cr. 24:20-22 acerca del asesinato de Zacarías, y extendió el significado de lo dicho en 2 Cr. 24:19, aplicándolo a aquellos que Dios envió tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo.
O, ultrajas.
Un término usado por los escritores médicos para referirse a palpar suavemente una parte lastimada o sensible del cuerpo.
No sólo se requerirá de un individuo, sino de esa generación colectivamente.
O, estorbasteis, prohibisteis.
Es decir, atrapar en la caza (Mt. 22:15). Los fanáticos religiosos, quienes afirmaban ser devotos, le hicieron esto a Aquel que expresaba a Dios.