El hecho de que el Salvador-Esclavo no menospreciara ni descuidara a los pequeñitos, expresa una vez más Su humanidad. Véase la nota Mr. 10:211b y la nota Mr. 9:361.
El hecho de que el Salvador-Esclavo no menospreciara ni descuidara a los pequeñitos, expresa una vez más Su humanidad. Véase la nota Mr. 10:211b y la nota Mr. 9:361.
Esto expresa la autenticidad de la humanidad del Salvador-Esclavo. Véase la nota Mr. 3:51.
Algunos mss. omiten: y se unirá a su mujer.
Lit., soltar. Así también en los versículos siguientes.
Véase la nota Mr. 2:61.
Con respecto a los vs. 2-12, véanse las notas de Mt. 19:3-9.
Véase la nota Mr. 1:212.
El Salvador-Esclavo, en Su servicio evangélico, ministró más de tres años en la región menospreciada de Galilea (véase la nota Mr. 1:141, párr. 2), lejos del templo santo y la ciudad santa, el lugar donde tenía que morir para el cumplimiento del plan eterno de Dios. Como Cordero de Dios (Jn. 1:29) tenía que ser ofrecido a Dios en el monte Moriah, donde Abraham ofreció a Isaac y disfrutó la provisión de Dios cuando le dio un carnero como substituto de su hijo (Gn. 22:2, 9-14) y donde se edificó el templo en Jerusalén (2 Cr. 3:1). Era allí donde Él debía ser entregado a los líderes judíos (Mr. 9:31; 10:33), según el consejo determinado por la Trinidad de la Deidad (Hch. 2:23), y rechazado por ellos, los edificadores del edificio de Dios (Mr. 8:31; Hch. 4:11). Era allí donde tenía que ser crucificado según el modo romano de llevar a cabo la pena capital (Jn. 18:31-32 y la nota; Jn. 19:6, 14-15) para cumplir el tipo con respecto a la clase de muerte que padecería (Nm. 21:8-9; Jn. 3:14). Además, según la profecía de Daniel (Dn. 9:24-26), en ese mismo año se le había de quitar la vida al Mesías (Cristo). Más aún, como Cordero pascual (1 Co. 5:7), era necesario que se le diera muerte el mes de la Pascua (Éx. 12:1-11). Por eso, tenía que ir a Jerusalén (v. 33; 11:1, 11, 15, 27; Jn. 12:12) antes de la Pascua (Jn. 12:1; Mr. 14:1) para morir allí el día de la Pascua (Mr. 14:12-17; Jn. 18:28) en el lugar y a la hora designados de antemano por Dios.
Véase la nota Mt. 19:141.
Con respecto a los vs. 17-31, véanse las notas de Mt. 19:16-30.
Véase la nota Mr. 9:433.
Esto también expresa la humanidad del Salvador-Esclavo. Véase la nota Mr. 10:142 y la nota Mr. 10:491.
Algunos mss. omiten: a los que confían en las riquezas.
Algunos mss. rezan: diciéndole.
Algunos mss. añaden: tomando la cruz.
El Salvador-Esclavo ya había predicho dos veces Su muerte y resurrección (Mr. 8:31; 9:31). Puesto que el tiempo de Su muerte estaba muy cerca (véase la nota Mr. 10:11), fue a Jerusalén voluntariamente, incluso yendo delante de Sus seguidores con una rapidez y una valentía que los asombró (v. 32). Así obedeció a Dios hasta la muerte (Fil. 2:8), conforme al consejo de Dios (Hch. 2:23), para el cumplimiento del plan redentor de Dios (Is. 53:10). El Salvador-Esclavo sabía que por medio de Su muerte sería glorificado en resurrección (Lc. 24:25-26) y que Su vida divina sería liberada a fin de producir muchos hermanos para Su expresión (Jn. 12:23-24; Ro. 8:29). Por el gozo puesto delante de Él, menospreció el oprobio (He. 12:2) y se entregó voluntariamente a los líderes judíos usurpados por Satanás para ser condenado a muerte. Debido a esto, Dios lo exaltó a los cielos, lo sentó a Su diestra (Mr. 16:19; Hch. 2:33-35), le dio el nombre que es sobre todo nombre (Fil. 2:9-10), lo hizo Señor y Cristo (Hch. 2:36) y lo coronó de gloria y de honra (He. 2:9).
Véase la nota Mr. 2:61.
Véase la nota Mt. 20:181a.
Con respecto a los vs. 35-45, véanse las notas de Mt. 20:20-28.
Tanto la copa como el bautismo se refieren a la muerte del Salvador-Esclavo (Jn. 18:11; Lc. 12:50). La copa indica que Su muerte era la porción que Dios le dio, la cual Él tomó a fin de redimir a los pecadores para Dios. El bautismo denota que Su muerte fue ordenada por Dios como el camino por el que tenía que pasar para efectuar la obra redentora de Dios para los pecadores. Fue por nosotros que Él bebió voluntariamente de esta copa y fue bautizado con este bautismo.
Ésta es la afirmación más explícita en la cual se dice que el Salvador-Esclavo, como Hijo del Hombre en Su humanidad, era Esclavo de Dios para servir a los pecadores hasta dar Su vida.
O, alma.
Esto indica que aun la redención efectuada por el Salvador-Esclavo era un servicio que Él rendía a los pecadores por causa del plan de Dios.
¡Qué amor ilimitado para con el necesitado! Esto expresó la humanidad del Salvador-Esclavo a un grado inimaginable. Véase la nota Mr. 10:491.
Véase la nota Mr. 1:311 y la nota Mr. 5:281.
Véase la nota Mr. 8:221.
Véase la nota Mt. 20:301b.
Aunque muchos reprendían al miserable mendigo ciego, el Salvador-Esclavo les mandó que lo llamaran. Una vez más Su humanidad fue expresada en Su conmiseración y compasión para con los desdichados. Véase la nota Mr. 10:511 y la nota Mr. 10:211b.