Véase la nota Mt. 12:411c. Cristo, como Hijo de David, como Rey, es más que el rey Salomón. Salomón edificó el templo de Dios y habló palabras de sabiduría. A él vino la reina gentil (1 R. 6:2; 10:1-8). Esto también tipificaba a Cristo, quien edifica la iglesia y la hace el templo de Dios, y quien habla palabras de sabiduría. Hacia Él se vuelven los gentiles que buscan a Dios.
Este tipo y el del v. 41, indican que Cristo, ya sea como el Profeta enviado por Dios o como el Rey ungido por Dios, se volvería de Israel a los gentiles, según lo profetizado en los vs. 18, 21.
Según la historia, el rey Salomón precedió al profeta Jonás; pero según el significado espiritual, Jonás vino primero, como consta en Mateo. Esto también muestra que el relato de Mateo no sigue el orden cronológico sino el orden doctrinal (véase la nota Mt. 8:161, párr. 2). Conforme a la doctrina, primero Cristo tenía que morir y resucitar; luego, edificaría la iglesia y hablaría palabras de sabiduría. La muerte y resurrección de Cristo son la verdadera señal para esta generación, tanto para judíos como gentiles (1 Co. 1:22, 24).