U, hombres mortales. Uno de estos tres varones era Jehová Dios (vs. 13-14, 22) como Cristo; los otros dos eran ángeles (v. 22; 19:1). Después que fue circuncidado y se le dio fin a su fuerza natural, Abraham vivió en íntima comunión con Dios y se convirtió en amigo de Dios (Jac. 2:23; 2 Cr. 20:7; Is. 41:8). Incluso antes de la encarnación (Jn. 1:14) Jehová, como Cristo, se le apareció a Abraham en forma humana, con un cuerpo humano, y tuvo comunión con él en un nivel humano.