Que Abraham produjera a Ismael mediante su propia fuerza natural fue una grave ofensa contra Dios y Su economía. Debido a esto, después de nacido Ismael, la comunión de Abraham con Dios se vio interrumpida; Dios esperó trece años (cfr. Gn. 16:16), hasta que se le pusiera fin a la fuerza natural de Abraham, para contactar a Abraham nuevamente (Ro. 4:19 y la nota). Véase la nota Gn. 15:41.