El éxodo del pueblo de Dios fuera del mundo tiene como propósito que ellos sean santificados para el Señor. La santificación se basa en la redención. El Señor requería que únicamente los primogénitos (vs. 2, 12-13) fuesen santificados debido a que ellos eran los redimidos (Éx. 12:12-13). Según el requisito divino, todo aquel que ha sido redimido también tiene que ser santificado. La redención tiene como fin dar seguridad al pueblo de Dios; la santificación tiene como fin cumplir el propósito de Dios. Véase Ro. 6:19, 22 y la nota Ro. 6:193b.