En el primer ay, el de la quinta trompeta, Satanás cae del cielo a la tierra, y el anticristo sube del abismo, y los dos actúan conjuntamente para atormentar al hombre. El ay de la quinta trompeta debe de ser el principio de los ayes más severos de la gran tribulación (Mt. 24:21 véase la nota Ap. 11:24d), puesto que en la quinta trompeta Satanás cae del cielo para dañar la tierra y perseguir al pueblo de Dios por tres años y medio (6, Ap. 12:10, 12-17); y dado que al mismo tiempo (los últimos tres años y medio) el anticristo sube del abismo para colaborar con Satanás en atormentar a los hombres, perseguir a los santos y blasfemar contra Dios (Ap. 13:5-7; 11:7), y puesto que en esos mismos tres años y medio la ciudad santa, Jerusalén, es entregada a los gentiles para destrucción (Ap. 11:2). El segundo ay, el de la sexta trompeta, y el tercero, el de la séptima trompeta (Ap. 8:13; 9:12; 11:14), han de formar también dos de los ayes más severos de la gran tribulación. Estos tres ayes, junto con el daño ocasionado por el sexto sello y las primeras cuatro trompetas, constituirán una prueba sobre todos los que moran en la tierra (Ap. 3:10).