La séptima y última trompeta (1 Co. 15:52), tiene dos aspectos, uno negativo y otro positivo.
El aspecto negativo incluye
1) las últimas plagas, las plagas de las siete copas en las cuales se consuma la ira de Dios (Ap. 15:1; 16:1-21) como el último ay para los moradores de la tierra (Ap. 8:13; 9:12; 11:14), véase el v. 18
2) la destrucción de los que destruyen la tierra, inmediatamente después del regreso del Señor a la tierra (Ap. 17:14; 18:1-2; 19:19-21; 20:1-3), véase el v. 18.
El aspecto positivo incluye
1) la venida del reino eterno de Cristo, el cual es el reino en su manifestación, véanse los vs. 15, 17
2) el juicio de los muertos (véase la nota Ap. 11:182c) antes de la resurrección de los santos, véase el v. 18
3) la entrega del galardón, en el tribunal de Cristo (2 Co. 5:10), a los profetas y a los santos después de la resurrección y el arrebatamiento de los santos (1 Co. 15:23, 52; 1 Ts. 4:16-17), y la entrega del galardón, en el trono de la gloria de Dios (Mt. 25:31-34), a los que temen el nombre de Dios (Ap. 14:6-7), véase el v. 18.
Por lo tanto, la séptima trompeta comprende todo lo acontecido desde el final de la gran tribulación hasta la eternidad futura, a saber: las plagas finales, es decir, las siete copas (cap. 16); la resurrección y el arrebatamiento de los santos (incluyendo los dos testigos); la recompensa de los santos; las bodas del Cordero (Ap. 19:7-9); el regreso de Cristo a la tierra; la destrucción del anticristo, del falso profeta, de sus seguidores, de la Babilonia material y de Satanás (Ap. 18:1-24; 19:1-4, 19:11-21; 20:1-3); el reinado en el milenio (Ap. 20:4-6); el juicio final sobre la tierra y sobre Satanás (Ap. 20:7-10); el juicio final de los muertos (Ap. 20:11-15); y la máxima consumación en el cielo nuevo y la tierra nueva con la Nueva Jerusalén por la eternidad (Ap. 21:1-27; 22:1-5).