Véase la nota Mr. 11:151.

Véase la nota Mr. 11:151.
Véase la nota Mt. 21:271.
Con respecto a los vs. 9-19, véanse las notas de Mt. 21:33-46 y de Mr. 12:1-12.
Una expresión de la esperanza razonable de uno.
Con respecto a los vs. 20-26, véanse las notas de Mt. 22:15-22.
Lit., y no aceptas el rostro.
Con respecto a los vs. 27-38, véanse las notas de Mt. 22:23-32.
Algunos mss. añaden: tomó la esposa, y éste murió sin hijo.
La era venidera del reino (Lc. 13:28-29; 22:18) y la resurrección de vida (Jn. 5:29; Lc. 14:14; Ap. 20:4, 6), son bendiciones y disfrutes eternos en la vida eterna para los creyentes que son contados dignos (Lc. 18:29-30; Mt. 19:28-29).
Las preguntas capciosas de los opositores acusadores expusieron su maldad, sutileza y bajeza, que eran precisamente lo opuesto de la perfección, la sabiduría y la dignidad del Salvador-Hombre. Esto le vindicó en Su perfección humana con Su esplendor divino, y les hizo callar en su intriga odiosa y en la conspiración instigada por Satanás (véase la nota Mt. 22:461a). Ellos trataron de hallar falta en el Salvador-Hombre, pero al final los subyugó Él, quien era perfecto e inmaculado.
Con respecto a los vs. 41-44, véanse las notas de Mt. 22:41-45.
Véase la nota Mr. 12:371.
El Salvador, después de hacer callar a todos Sus opositores, advirtió a Sus discípulos acerca de la hipocresía y la maldad de los escribas, lo cual indica que ellos eran juzgados por Aquel en quien procuraron arduamente encontrar falta.
En el transcurso de los siglos el hombre ha ofrecido oraciones por pretexto y las ha empleado mal.
O, castigo, juicio.