Los muchos endemoniados y todos los enfermos representan a todos los que estarán en la tierra durante el milenio. El milenio será la última dispensación del primer cielo y de la primera tierra; por lo tanto, se le considera “el ocaso” del primer cielo y la primera tierra. En el milenio, el poder de echar fuera demonios y sanar enfermedades se manifestará a lo sumo. Por consiguiente, todos los endemoniados y todos los enfermos serán sanados. Este poder tan grande es el poder de la era venidera (He. 6:5). Echar fuera demonios y sanar a los enfermos en esta era es sólo el anticipo del inmenso poder de la era venidera. Las señales que constan en los vs. 2-17 tienen un significado dispensacional y muestran el reino venidero en miniatura.
El orden de los cuatro casos narrados en los vs. 2-16 es diferente del de Mr. 1:29-45 — Mt. 2:1 así como de los de Lc. 4:38-41; 5:12-14 y Lc. 7:1-10. En la narración de Marcos, la cual muestra que Jesús es el Siervo de Dios, el orden es cronológico. En la narración de Mateo, la cual demuestra que Cristo es el Rey del reino de los cielos, el orden es doctrinal, es decir, Mateo agrupa ciertos sucesos para presentar una doctrina. En Lucas, donde se revela que Jesús es el hombre indicado para ser el Salvador del hombre, el orden es moral. En la narración de Juan, la cual testifica que Cristo es el Hijo de Dios, Dios mismo, en cierto modo el orden también es más o menos cronológico.