Éste es el juicio que Cristo ejecutará sobre las naciones, a saber: el juicio de los que estén vivos (Hch. 10:42; 17:31; 2 Ti. 4:1). El propósito del juicio de Cristo será dar pago por el maltrato que las naciones infligieron a Israel durante la gran tribulación (vs. 2-8; Ap. 12:17; 13:7, 10; Mt. 25:41-46a). En Su juicio sobre las naciones, primero Cristo con Sus vencedores, quienes son los valientes (v. 11; Ap. 17:14; 19:11-14), derrotarán al anticristo y sus ejércitos (las naciones) en Armagedón (v. 16a; Ap. 14:19-20; 16:13-16; 17:14; 19:11-21). Después que Cristo arroje al anticristo y al falso profeta en el lago de fuego, Él establecerá Su trono en Jerusalén, y todos los que hayan quedado vivos de entre las naciones, en calidad de cabritos y ovejas, serán reunidos delante de Cristo para ser juzgados por Él. Los cabritos serán los malos, aquellos que persiguieron a los judíos durante la tribulación, y las ovejas serán los buenos, quienes ayudaron a los judíos perseguidos (Mt. 25:31-46 y las notas).
