Los espíritus engañadores están en contraste con el Espíritu, como se menciona en 1 Jn. 4:2, 6. Éstos son los ángeles caídos, que siguieron a Satanás en su rebelión y vinieron a ser sus subordinados, quienes trabajan para su reino de tinieblas (Mt. 25:41; Ef. 6:12 y la nota 2).