Los vs. 14-18 dan instrucciones sobre la manera de hacer frente a las herejías, por el lado negativo, y sobre cómo manejar la verdad, por el lado positivo. Según el contexto de los vs. 15, 18, 25, el fundamento aquí no se refiere a Cristo como el fundamento de la iglesia (1 Co. 3:11), sino a la iglesia como el fundamento de la verdad. Esto corresponde al fundamento de la verdad, el cual sostiene la verdad (1 Ti. 3:15), especialmente la verdad concerniente a la resurrección de Cristo (Hch. 4:33).
La iglesia es edificada con la vida divina en Cristo, una vida que es indestructible, invencible (He. 7:16; Hch. 2:24) y es capaz de soportar la decadencia que nos lleva a la muerte, cualquiera que sea su origen. Así que, la iglesia es el sólido fundamento de Dios que permanece para siempre en contra de cualquier herejía.