O, verdadero. Así también en el v. 15.
O, verdadero. Así también en el v. 15.
O, buenas. La primera parábola de Balaam revela que Israel es santo (Nm. 23:9); la segunda, que Israel es perfecto (Nm. 23:21); y la tercera, que Israel es bello, como lo indica la palabra hermosas. Ésta será la situación real de Israel en el milenio. Dios prometió que los descendientes de Abraham serían de bendición a todas las naciones (Gn. 12:2-3). A la postre, los judíos serán plenamente bendecidos por Dios y llegarán a ser de bendición para todo el linaje humano (Is. 2:2-3; Zac. 8:20-23). Las parábolas de Balaam también indican que en cuanto a su posición la iglesia es santa, a los ojos de Dios es perfecta, y en cuanto a su apariencia la iglesia es bella, hermosa (cfr. Ef. 5:27).
O, palmeras. Lo dicho aquí sobre los valles y los jardines, y lo dicho en el v. 7 sobre las aguas que fluyen de los cubos, revela con términos figurativos que la iglesia tiene valles (Ap. 2:9-10), que la iglesia se asemeja a un huerto (1 Co. 3:9b) y que en la iglesia hay abundancia de agua (1 Co. 12:13; cfr. Jn. 7:38-39). Éstas son algunas de las riquezas con respecto a la iglesia.
El áloe es una planta conocida por sus efectos curativos. El Señor Jesús fue sepultado con áloes (Jn. 19:39). Después que el Señor retorne, Israel será sanidad para las naciones, y tal sanidad será una gran bendición (Is. 2:2-3; Zac. 8:20-23).
Lo que aquí dijo Balaam es una profecía que al final tiene su cumplimiento en Cristo.
En lugar de maldecir al pueblo de Dios, Balaam —al hablar en representación de Dios— los bendijo en todo sentido. Bendecir a una persona es hablar bien de ella, hablar positivamente sobre ella (Ef. 1:3 y las notas 1 y 4). Cuanto más alabamos al Señor por Su pueblo y más hablamos bien de ellos en fe, más nos ponemos bajo la bendición de Dios. Quienes hablan positivamente sobre la iglesia reciben la bendición. Quienes hablan negativamente acarrean para sí mismos maldición.
Lit., Marchará, Hollará.
Tanto la Estrella como el Cetro hacen referencia a Cristo. La Estrella es el Cristo celestial, y el Cetro es el Cristo que posee poder y autoridad. La mayor bendición para los hijos de Israel es Cristo. Como Aquel que es la Estrella y el Cetro, Cristo será el Todopoderoso poseedor de poder y autoridad todo-inclusivos.
Las primeras tres parábolas de Balaam tratan sobre la iglesia, la cual es santificada, perfecta y hermosa (véase la nota Nm. 24:51), mientras que su cuarta parábola contiene una profecía sobre Cristo. La iglesia es santificada, perfecta y hermosa cuando está llena de Cristo. Cristo es el contenido, el elemento constitutivo y todas las partes de la iglesia, la cual es el nuevo hombre (Col. 3:10-11).
Aquí los enemigos son enemigos de Cristo. Estos enemigos serán destruidos pero, por causa de Cristo, Israel permanecerá. Esta profecía, como lo indica el Nuevo Testamento (Ro. 11:25-32), será plenamente cumplida en el milenio.
O, Ir.
En los vs. 20-24 Balaam profetizó sobre otros pueblos. Estas profecías revelan que Dios ejerce Su dominio sobre todos. Todas las naciones están bajo Su control y Su reinado con miras al cumplimiento de Su propósito (Dn. 2:31-45; 4:17, 26; 5:21c; Hch. 17:26). Él rige sobre las naciones a fin de que Su economía pueda ser llevada a cabo entre ellas mediante Israel.