El salmo 1, que trata sobre la ley según la aprecia el hombre, se centra en el beneficio personal de los santos, tal como ser bendecidos con prosperidad (Sal. 1:1-3). El salmo 2, que trata sobre Cristo y Sus logros, se centra en el cumplimiento de la economía de Dios. El concepto humano de los escritores santos exaltaba la ley al grado de que la consideraban un tesoro y aspiraban a permanecer en ella por toda la vida. El concepto divino del Dios que quita todo velo exalta a Cristo a fin de hacer que el concepto de los escritores santos se vuelva de la ley a Cristo en conformidad con el concepto divino de la revelación divina.