Véase la nota Éx. 27:201. Aquí los dos olivos representan al sumo sacerdote Josué y a Zorobabel, el gobernador de aquel tiempo, quienes eran los dos hijos de aceite, llenos del Espíritu de Jehová para la reedificación del templo de Dios (vs. 3-6, 12-14; cfr. Éx. 31:3 y la nota). Los dos hijos de aceite también tipifican a los dos testigos, Moisés y Elías, quienes durante los últimos tres años y medio de la era presente serán testigos de Dios en la gran tribulación a fin de fortalecer a los pueblos de Dios, esto es, a los israelitas y a los creyentes en Cristo (Ap. 11:3-12; 12:17).
