La Primera Epístola a Timoteo nos revela la economía de Dios con respecto a la iglesia, 2 Timoteo nos vacuna contra la decadencia de la iglesia, y la Epístola a Tito trata el asunto de mantener el orden de la iglesia. Éstos son tres aspectos de un solo propósito, esto es, preservar la iglesia como la expresión apropiada del Dios Triuno, que es simbolizada por los candeleros de oro en la sección final de la revelación divina (Ap. 1:12, 20). Para lograr este propósito, los siguientes asuntos básicos y cruciales son recalcados reiteradamente en estos tres libros:
1) La fe, los contenidos del evangelio completo de acuerdo a la economía neotestamentaria de Dios. Ésta es la fe objetiva y es mencionada en 1 Ti. 1:4, 19; 2:7; 3:9, 13; 4:1, 6; 5:8; 6:10, 12, 21; 2 Ti. 3:8; 4:7 y Tit. 1:1, 4, 13.
2) La verdad, la realidad de los contenidos de la fe según es mencionada en 1 Ti. 2:4, 7; 3:15; 4:3; 6:5; 2 Ti. 2:15, 18, 25; 3:7, 8; 4:4 y Tit. 1:1, 14.
3) La sana enseñanza, en 1 Ti. 1:10; 2 Ti. 4:3; Tit. 1:9 y Tit. 2:1 las sanas palabras, en 1 Ti. 6:3 y 2 Ti. 1:13 el hablar sano, en Tit. 2:8 y ser sanos en la fe, en Tit. 1:13 y Tit. 2:2. Todos estos asuntos están relacionados con la condición de vida.
4) La vida, la vida eterna de Dios, en 1 Ti. 1:16; 6:12, 19; 2 Ti. 1:1, 10; Tit. 1:2 y Tit. 3:7.
5) La piedad, un vivir que es la expresión de Dios según es mencionada en 1 Ti. 2:2, 10 (reverencia a Dios); 1 Ti. 3:16; 4:7, 8; 5:4 (respetuosos); 1 Ti. 6:3, 5, 6, 11; 2 Ti. 3:5, 12 (piadosamente); y Tit. 1:1; 2:12 (piadosamente). Lo contrario, la impiedad, se menciona en 1 Ti. 1:9 (impíos); 2 Ti. 2:16 y Tit. 2:12.
6) La fe, nuestra acción de creer en el evangelio, en Dios, en Su palabra y en Sus obras. Ésta es la fe subjetiva según es mencionada en 1 Ti. 1:2, 5, 14, 19; 2:15; 4:12; 6:11; 2 Ti. 1:5, 13; 2:22; 3:10, 15; Tit. 2:2 y 1 Ti. 3:15.
7) La conciencia, la parte principal de nuestro espíritu, la cual justifica o condena nuestras relaciones con Dios y con el hombre. Ésta se menciona en 1 Ti. 1:5, 19; 3:9; 4:2; 2 Ti. 1:3 y Tit. 1:15.
La fe equivale al contenido de la economía, la administración doméstica, la dispensación, de Dios. La verdad es el contenido, la realidad, de la fe según la economía de Dios. La sana enseñanza, las palabras sanas y el hablar sano son el ministerio de la verdad, el cual ministra a las personas la realidad de las verdades divinas. La vida eterna es el medio y el poder para llevar a cabo las realidades divinas de la fe. La piedad es el vivir que expresa la realidad divina, una expresión de Dios en todas Sus riquezas. La fe (subjetiva) es la respuesta a la verdad de la fe (objetiva); tal fe recibe las realidades divinas y participa de ellas. La conciencia nos prueba y nos reprende para conservarnos en la fe.