Judíos que hablaban griego. Cuando la vida de iglesia comenzó a practicarse, surgieron problemas causados por las diferencias de idiomas; para resolverlos se brindó el debido cuidado.
Judíos que hablaban griego. Cuando la vida de iglesia comenzó a practicarse, surgieron problemas causados por las diferencias de idiomas; para resolverlos se brindó el debido cuidado.
Judíos que hablaban hebreo.
O, agradable.
Gr. pléres, una forma adjetiva de pleróo, conforme al uso aquí y en el v. 5; 7:55; 11:24 y Lc. 4:1. Estar lleno del Espíritu es la condición que resulta de ser lleno del Espíritu de manera interna y esencial, como se menciona en Hch. 13:52. Esto se refiere a la vida, no a la obra.
Esto es evidencia de que estar lleno del Espíritu tiene como fin la vida, según Lc. 2:52.
Orar no consiste solamente en rogarle al Señor que haga cosas para Su mover, sino también en ejercitar y fortalecer nuestro espíritu. Por tanto, la oración debe preceder al ministerio de la palabra, tal como lo practicaban los apóstoles. Sin la oración, el ministerio de la palabra no puede ser vivificado ni revestido de poder.
Véase la nota Hch. 2:101.
Véase la nota 1 Ti. 4:144c.
Crecía se refiere al crecimiento en vida, lo cual indica que la palabra de Dios es vida y crece como una semilla sembrada en el corazón del hombre (Mr. 4:14).
La fe objetiva, que se refiere a lo que los creyentes creen tocante a Cristo (véase la nota 1 Ti. 1:11, párr. 2). Toda la revelación del Nuevo Testamento con respecto a la persona de Cristo y a Su obra redentora constituye la fe de la economía neotestamentaria de Dios (Ro. 16:26).
Véase la nota Hch. 2:431.
Esto indica que en Jerusalén había varias sinagogas formadas por judíos que regresaron de la dispersión, las cuales fueron establecidas conforme a los idiomas aprendidos en la dispersión (cfr. Hch. 2:9-11). Véase la nota Jac. 2:21.
Es decir, hombres libres; hombres que fueron liberados de su condición de esclavos.
Véase la nota Hch. 4:51.
El templo (Mt. 24:15 y la nota 4).
Esto indica que entre los creyentes se hablaba de la destrucción del templo, como el Señor profetizó en Mt. 23:37-39 y Mt. 24:2, y tocante a la terminación de la dispensación de la ley, como dijo el Señor en Mt. 11:13. De la misma manera en que los judíos opositores tergiversaron lo que el Señor dijo en Jn. 2:19 cuando le crucificaron (Mt. 27:40), también tergiversaron las palabras de los creyentes. Sin duda alguna, la oposición de los judíos fue instigada por Satanás con la intención de estorbar la economía neotestamentaria de Dios. Pero esta vez, la instigación de Satanás tuvo como base el cambio de dispensación, el cual contradecía las tradiciones judías. La economía neotestamentaria de Dios consiste en tener una nueva dispensación absolutamente separada del judaísmo. Esto ofendió a los judíos porque afectaba las tradiciones que ellos heredaron por generaciones y provocó esta oposición contra el ministerio del Señor en los Evangelios, la cual se volvió más violenta durante el ministerio de los apóstoles en este libro, cuando el mover neotestamentario del Señor pasaba por un período de transición. Conforme a lo narrado por Lucas en Hechos, la iglesia entre los judíos, incluyendo a los primeros apóstoles, no pasó por esta transición con buen resultado debido a la influencia que aún ejercía en ellos su pasado judío y a la oposición con la cual los enredaban sus parientes judíos. Esta dificultad los perturbó una y otra vez en Hechos (Mt. 11:1-3; 15:1-5; 21:18-26). Hasta el apóstol Pablo, durante su última visita a Jerusalén, estuvo en peligro de volver a las prácticas judías (Mt. 21:20-26). Véase la nota Jac. 2:101 y la nota Jac. 1:111.
Significa una apariencia celestial. Esteban era un hombre terrenal, pero mientras era perseguido tenía una apariencia celestial.