Esta frase es una cita de la oración que en Nm. 10:35 Moisés pronunció cuando el Arca del Pacto salió del monte Sinaí. El salmo 68 es la cúspide de la revelación divina respecto a Cristo en todo el libro de Salmos. Está escrito de forma poética, con tipos y señales que presentan los pasos dados en el mover efectuado por Dios en Cristo sobre la tierra. El Arca (que tipifica a Cristo, Éx. 25:10-22 y las notas) ocupaba el lugar central en el tabernáculo (que también tipifica a Cristo, Jn. 1:14). El mover de Dios en el tabernáculo con el Arca desde Sinaí hasta Sion, llevado a cabo en medio de Israel, los elegidos de Dios, tipifica el mover del Dios Triuno en Cristo como Su corporificación todo-inclusiva que va desde la encarnación de Cristo hasta Su ascensión. Según la tipología, el mover de Dios partió desde Sinaí (vs. 8, 17b), comenzando con la promulgación de la ley y la edificación del tabernáculo, que representa al Cristo encarnado, pasó por el desierto (vs. 4, 7b), que representa la tierra, y llegó al monte Sion (v. 16), la morada de Dios, que representa la morada de Dios en los cielos (Ap. 14:1). En la realidad, el mover de Dios en Cristo y por medio de Cristo para la realización de Su economía neotestamentaria comenzó con la encarnación de Cristo, la cual constituyó el establecimiento del tabernáculo vivo y verdadero en quien Dios habitó y por medio de quien Él pudo operar en la tierra; este mover continuó a través del vivir humano de Cristo en la tierra junto con Su crucifixión y resurrección; y finalmente concluyó con la ascensión de Cristo a Sion en los cielos. Este mover singular de Dios se halla retratado en los vs. 1-18 de este salmo. Véase la nota Ef. 4:81.