El Apocalipsis, por ser el último libro de la Biblia, es la conclusión, compleción y consumación de toda la revelación divina contenida en toda la Biblia. Las semillas de la mayoría de las verdades de la revelación divina fueron sembradas en Génesis, el primer libro de la Biblia. El crecimiento de todas estas semillas se desarrolla progresivamente en los libros siguientes, especialmente en los libros del Nuevo Testamento, y la cosecha es recogida en Apocalipsis. Por lo tanto, la mayoría de los asuntos tratados en este libro no son realmente nuevos, pues ya se encontraban en los libros anteriores y son perfeccionados en este libro, cuyo enfoque es la revelación final y única de Cristo, el testimonio particular y consumado de Jesús, y la economía universal y eterna de Dios.
Éste es un libro de profecías, mas no profecías dadas meramente mediante palabras sino en visiones reveladas al vidente. A los ojos de Dios, todas las cosas profetizadas en este libro ya han ocurrido. Así que, todo le fue mostrado al vidente en visiones consecutivas. Por lo tanto, la mayoría de los verbos usados en este libro están en tiempo pasado.
Toda la Biblia revela a Cristo, y especialmente el libro de Apocalipsis, por ser la conclusión, la compleción y la consumación de toda la Biblia, es “la revelación de Jesucristo”. Aunque este libro también revela muchas otras cosas, el enfoque de su revelación es Cristo. Varios aspectos acerca de Cristo, tales como la visión de Cristo, el Sumo Sacerdote que está en medio de las iglesias y las cuida en amor pero con una actitud de juicio (vs. 13-16), la visión de Cristo como el León-Cordero en medio del trono de Dios y de los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos del universo, quien abre los siete sellos de la administración universal de Dios (Ap. 5:1-14; 6:1), y la visión de Cristo como el “otro Ángel fuerte” que desciende del cielo para tomar posesión de la tierra (Ap. 10:1-8; 18:1), etc., nunca habían sido revelados como lo son en este libro.