Con respecto a los vs. 1-6, véanse las notas de Mt. 12:9-14.

Con respecto a los vs. 1-6, véanse las notas de Mt. 12:9-14.
Los gritos de los demonios frente al Salvador-Esclavo presentaban otro obstáculo para Su servicio evangélico. Él les mandó que no le descubriesen.
Esto tenía como fin la propagación del servicio evangélico del Salvador-Esclavo.
Véase la nota Ap. 21:122b.
Algunos mss. omiten: a quienes también llamó apóstoles.
Véase la nota Mr. 1:142b.
Véase la nota Mr. 1:231. Predicar (v. 14) el evangelio era ministrar a Dios a la gente; echar fuera los demonios era separar a Satanás de la gente. Esto constituía el propósito principal del servicio evangélico del Salvador-Esclavo.
Con respecto a los vs. 16-19, véanse las notas de Mt. 10:2-4.
Lit., caían sobre Él.
Lit., azotes. Una metáfora que denota dolencias, calamidades.
Véase la nota Mr. 1:311.
El Salvador-Esclavo necesitaba primero el mar (v. 7) y luego una pequeña barca para evitar que la multitud lo estrechara, lo cual indica que la presión de la multitud contra Él era un obstáculo a Su servicio evangélico.
Véase la nota Mr. 2:61.
Véase la nota Mr. 1:311. La restauración de la mano seca demostró el poder de la deidad del Salvador-Esclavo.
Frente a los opositores, el Salvador ejerció Su ira, y la dureza del corazón de ellos le contristó mucho; pero frente a los enfermos, Él mostró compasión y restauró el miembro seco. Su enojo y Su tristeza pueden considerarse expresiones de la autenticidad de Su humanidad, mientras que Su compasión y Su poder sanador eran una combinación de Su virtud humana y Su poder divino, los cuales se manifestaron a los hombres simultáneamente. De esta manera, Su deidad en Su humanidad volvió a expresarse delante de los hombres. Véase la nota Mr. 10:141.
Lit., alma.
Esto implica que el Salvador-Esclavo era el Emancipador, quien libraba de la esclavitud de los ritos religiosos al que sufría.
Un pecado que jamás será perdonado.
Después de la blasfemia de los opositores, que fue instigada por Satanás, los parientes del Salvador-Esclavo vinieron otra vez a perturbarlo con su preocupación natural por Él. Sin duda, esto también fue motivado por el maligno.
Véase la nota Mt. 12:481. Esto indica que el Salvador-Esclavo rechazó la preocupación natural de Sus parientes. Para derrotar las tramas del maligno y cumplir Su servicio evangélico, Él se rehusó a permanecer en cualquier relación de la vida natural. Esto demostró Su actitud absoluta para con Dios en Su humanidad.
Véase la nota Mt. 12:501a.
El Salvador-Esclavo, por medio de Su servicio evangélico, hizo que los pecadores que creían fueran Sus parientes espirituales, los cuales llegaron a ser Sus muchos hermanos (Ro. 8:29; He. 2:11) en la casa de Dios (He. 3:5), y Sus muchos miembros para la edificación de Su Cuerpo místico (Ef. 5:30; 1 Co. 12:12) a fin de hacer la voluntad de Dios.
Voz griega derivada del arameo. Un sobrenombre puesto a Jacobo y a Juan debido a su impetuosidad (cfr. Lc. 9:54-55; Mr. 9:38 y la nota).
Lit., entregó. Así también en todo el libro.
Algunos mss. dicen: entraron.
Esto indica cuán activo, diligente y fiel era el Salvador-Esclavo como Esclavo de Dios en Su servicio evangélico.
“Está fuera de Sí” es una exclamación que expresó la preocupación natural de los familiares del Salvador-Esclavo. Esto abrió la puerta para que los escribas blasfemaran contra Él (v. 22).
Con respecto a los vs. 22-30, véanse las notas de Mt. 12:24-32.
Véase la nota Mr. 2:61.
Ésta fue una expresión de blasfemia originada por la exclamación de preocupación natural del v. 21.
El Salvador-Esclavo echaba fuera demonios, los obreros malignos del reino de tinieblas de Satanás; sin embargo, los opositores dijeron que lo hacía por el príncipe de los demonios. ¡Qué astucia del maligno, quien motivó a estos opositores perversos a decir esto! Eran ellos los colaboradores del maligno e incluso eran uno con él.
Esto indica que Satanás no sólo tiene una casa sino también un reino. Su casa es una casa de pecado (1 Jn. 3:8, 10), y su reino es un reino de tinieblas (Col. 1:13). Los pecadores pertenecen tanto a su casa como a su reino. Los demonios pertenecen a su reino y toman posesión de la gente para su reino.
Esto indica que mientras el Salvador-Esclavo desempeñaba Su servicio evangélico, ataba al hombre fuerte, a Satanás. El servicio evangélico consiste en librar una guerra con el fin de destruir a Satanás y su reino de tinieblas.