La Pascua tipificaba a Cristo (1 Co. 5:7). Cristo fue hecho el Cordero de Dios para que Dios pasara de nosotros, los pecadores, como es tipificado por la pascua en Éx. 12. Para cumplir el tipo, Cristo como Cordero pascual tuvo que ser inmolado el día de la Pascua.
Según el tipo presentado en Éx. 12:3-6, el cordero pascual debía ser examinado durante los cuatro días que precedían a la Pascua. Antes de la crucifixión, Cristo fue a Jerusalén por última vez, seis días antes de la Pascua (Jn. 12:1), y de la misma manera fue examinado algunos días por los líderes judíos (Mt. 21:23-46; 22:1-46). No se encontró en Él mancha alguna, y quedó demostrado que Él era perfecto y que estaba calificado para ser el Cordero pascual por nosotros. Véase la nota Mr. 12:371.