Representa a la iglesia, especialmente a los vencedores, como la única esposa de Cristo. En Ap. 19:7 y Ap. 19:9a, la esposa del Cordero es una novia corporativa compuesta de los creyentes vencedores que fueron invitados a la cena de las bodas del Cordero (véase la nota Ap. 19:72c y la nota Ap. 19:92b). Asimismo, en este salmo la reina no representa a un individuo, sino a una entidad corporativa compuesta de todas sus compañeras, esto es: las hijas de los reyes como mujeres honorables y las vírgenes como sus amigas (v. 14). Por tanto, en este salmo, Salomón el rey con sus muchas esposas y concubinas, que eran princesas, hijas de reyes gentiles (1 R. 11:1, 3), son usados con un sentido positivo para tipificar a Cristo como el Rey junto con Su esposa corporativa, la iglesia (Jn. 3:29; Ef. 5:24-25, 31-32), compuesta de Sus creyentes que proceden de toda tribu, lengua, pueblo y nación (Ap. 5:9).
En el v. 8 la iglesia es tipificada por los palacios de marfil, el edificio, y en este versículo la iglesia es presentada como la reina, la esposa. En la totalidad de las Escrituras estas dos figuras —el edificio y la novia— son usadas para representar a la iglesia (cfr. Gn. 2:22 y las notas). Por un lado, la iglesia es el edificio, la casa, de Dios (1 Ti. 3:15), y por otro, es la novia, la esposa, de Cristo (2 Co. 11:2).