La cabeza de oro (vs. 36-38), que corresponde a la primera bestia en Dn. 7:3-4, representa a Nabucodonosor, el fundador y rey de Babilonia. El pecho y los brazos de plata (v. 39a), que corresponden a la segunda bestia en Dn. 7:5, representan a Medo-Persia, y el vientre así como los muslos de bronce (v. 39b), que corresponden a la tercera bestia en Dn. 7:6, representan a Grecia, incluyendo Macedonia. Las piernas de hierro y los pies que son parte de hierro y parte de barro cocido (v. 33), los cuales corresponden a la cuarta bestia en Dn. 7:7-8, representan al Imperio romano con sus últimos diez reyes (vs. 40-44; 7:7-11, 19-26; Ap. 17:7-13).
Según la imagen humana descrita en este capítulo, a los ojos de Dios todo gobierno humano a lo largo de la historia es una composición de cuatro imperios: el Imperio babilónico, el Imperio medo-persa, el Imperio greco-macedónico y el Imperio romano. El gobierno humano se inició en Babel (Babilonia), que fue edificada por Nimrod (Gn. 10:8-10), y la finalización del gobierno humano ocurrirá con el Imperio romano revivido bajo el liderazgo del anticristo. Aunque la forma y apariencia del Imperio romano se ha desvanecido, su cultura, espíritu y esencia continúan existiendo hoy en día (véase la nota Dn. 7:121). Al inicio de la gran tribulación (Mt. 24:21), la forma y apariencia del Imperio romano serán restauradas bajo el liderazgo del anticristo. Según los libros de Daniel y Apocalipsis, el último césar del Imperio romano será el anticristo, quien será apoyado por diez reyes (Ap. 17:10-12 y las notas). Por tanto, la totalidad de los imperios humanos que tuvieron su inicio con Nimrod en Babel tendrán su consumación con el anticristo y sus diez reyes.
Si la cabeza de la gran imagen humana es Babilonia, entonces toda la imagen deberá ser Babilonia. A los ojos de Dios, la totalidad del gobierno humano desde Nimrod hasta el anticristo es Babilonia. Bajo el liderazgo del anticristo, quien es también el último césar, el Imperio romano será tanto la Babilonia política como la Babilonia religiosa (Ap. 17; Ap. 18). El imperio del anticristo será la Babilonia política y material, esto es, “Babilonia la Grande” (Ap. 18:2), mientras que la Iglesia Católica Romana, llamada “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE” (Ap. 17:5), será la Babilonia religiosa. Véase la nota Jer. 50:11a, párr. 1.