El y el Espíritu Santo en el versículo precedente se usan de modo intercambiable, lo cual revela que el Espíritu de Jesús es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es un título general del Espíritu de Dios en el Nuevo Testamento; el Espíritu de Jesús es una expresión particular acerca del Espíritu de Dios y se refiere al Espíritu del Salvador encarnado, Jesús, quien pasó por el vivir humano y la muerte en la cruz. Esto indica que el Espíritu de Jesús no solamente contiene el elemento divino de Dios, sino también el elemento humano de Jesús y los elementos de Su vivir humano así como también la muerte que sufrió. Tal Espíritu, el Espíritu todo-inclusivo, era necesario para el ministerio de predicación del apóstol, un ministerio de sufrimientos llevado a cabo entre los seres humanos y para ellos en la vida humana.