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Capítulos de libros «El Evangelio de Mateo»
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  • El Señor salió del templo, lo cual indica que lo había abandonado. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo en 23:38, donde Él dejó el templo como casa desolada a los judíos que le habían rechazado. Esto equivale a lo sucedido cuando la gloria de Dios se fue del templo en los tiempos antiguos (Ez. 10:18).

  • Las inmediaciones del templo.

  • Esto se cumplió en el año 70 d. C. cuando Tito y el ejército romano destruyeron Jerusalén.

  • Para recibir la visión de la profecía del Señor con respecto a esta era, necesitamos subir a un monte alto para entrar en Su presencia.

  • Los discípulos le preguntaron por tres asuntos:
    1) el tiempo en que estas cosas ocurrirían, incluyendo no sólo la destrucción del templo (v. 2) sino también los eventos mencionados en 23:32-39;
    2) la señal de la venida de Cristo
    3) la señal de la consumación del siglo.
    La palabra del Señor contenida en 24:4—25:46 contesta la pregunta de los discípulos acerca de estos tres asuntos.

  • Gr. parousía, que significa presencia. La venida de Cristo será Su presencia con Su pueblo. Esta presencia (parusía) comenzará con el arrebatamiento del hijo varón (Ap. 12:5) y el arrebatamiento de las primicias (Ap. 14:1-4) y se acabará cuando Cristo aparezca en la tierra con los santos. Durante el período de Su parusía, ocurrirá la gran tribulación (v. 21; Ap. 9:1-21; 11:14; 16:1-21), la cual comienza con las calamidades sobrenaturales (Ap. 6:12-17; 8:7-12); el descenso de Cristo a los aires (Ap. 14:14); el arrebatamiento de la mayoría de los creyentes, en el cual son arrebatados y llevados a los aires (1 Ts. 4:15-17); el tribunal de Cristo (2 Co. 5:10); y la boda del Cordero (Ap. 19:7-9). (Véase “Diagrama de las setenta semanas y la venida de Cristo, con el arrebatamiento de los santos” al final del Nuevo Testamento).

  • La respuesta del Señor tiene tres secciones: la primera (vs. 4-31) se relaciona con los judíos, los escogidos; la segunda (v. 32-51; 25:30), con la iglesia; y la tercera (Mt. 25:31-46), con los gentiles (las naciones). La primera sección, la cual trata de los judíos, debe interpretarse literalmente, mientras que la segunda, que trata de la iglesia, debe interpretarse espiritualmente, porque se presenta en parábolas por la razón mencionada en Mt. 13:11-13. Por ejemplo, en el v. 20 el invierno es en verdad el invierno, pero en el v. 32 el verano simboliza los tiempos de la restauración. La tercera sección, la cual trata de los gentiles, también debe interpretarse literalmente.

  • Algunos aspectos de la profecía de los vs. 4-14 se han cumplido, y algunos están en el proceso de cumplirse. Durante la gran tribulación, que será la consumación, el fin, de esta era, la profecía se cumplirá completamente.

  • En este versículo guerras se refiere a todas las guerras que ha habido desde el primer siglo hasta ahora. Son representadas por el caballo bermejo del segundo sello mencionado en Ap. 6:3-4.

  • La expresión el fin se refiere a la consumación de esta era (v. 3; Dn. 12:4, 6-7, 9), y será la gran tribulación que durará tres años y medio. Aunque los vs. 6-9 y 14 están en la sección que trata de Israel, las tribulaciones y la predicación del evangelio mencionadas en estos versículos suceden, generalmente, en todo el mundo desde la ascensión de Cristo hasta el fin de esta era. El v. 15, que viene inmediatamente después del v. 14, habla del comienzo de la gran tribulación (v. 21), el tiempo en que el anticristo erigirá su imagen en el templo de Dios, la cual será la abominación desoladora.

  • Nación se refiere a la gente, a los gentiles; reino se refiere a un imperio.

  • El hambre resulta principalmente de la guerra. La historia muestra que frecuentemente la guerra ha acarreado hambre, lo cual es representado por el caballo negro del tercer sello de Ap. 6:5-6.

  • Desde la ascensión de Cristo ha habido terremotos en el transcurso de los siglos, y éstos se intensificarán al final de esta era (Ap. 6:12; 8:5; 11:13, 19; 16:18).

  • Los dolores de parto tienen como fin dar a luz un hijo. En Su economía neotestamentaria, el deseo y propósito de Dios es producir muchos hijos (Gá. 3:26; He. 2:10) como Su expresión. Así que, aquí dolores de parto se refiere a todas las tribulaciones de la era neotestamentaria, que incluyen guerras, hambres, terremotos, aflicciones y persecuciones, como en los vs. 6-9, 21. Los dolores de parto aquí mencionados los sufren únicamente los creyentes neotestamentarios a causa del Señor, mientras que los dolores mencionados en Ap. 12:2 hacen referencia a todos los dolores sufridos por el pueblo de Dios a lo largo de las generaciones, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. Estas tribulaciones, junto con la predicación del evangelio (v. 14), son usadas por Dios para producir Sus muchos hijos a fin de constituir la iglesia en esta era, hacer realidad el reino en la era venidera, y producir la Nueva Jerusalén en la eternidad como máxima consumación de la iglesia y del reino, a fin de tener una expresión eterna en la eternidad futura. Gá. 4:19 y Ap. 12:2, 5 confirman este punto de vista.

  • Se refiere a los discípulos judíos, quienes eran los profetas y los sabios enviados a los judíos (Mt. 23:34).

  • Lit., carencia de ley. Véase la nota 1 Jn. 3:42.

  • Véase la nota Mt. 10:221.

  • El evangelio del reino, que incluye el evangelio de la gracia (Hch. 20:24), no sólo introduce a la gente en la salvación de Dios sino también en el reino de los cielos (Ap. 1:9). El evangelio de la gracia pone énfasis en el perdón del pecado, la redención y la vida eterna, mientras que el evangelio del reino recalca el gobierno celestial de Dios y la autoridad del Señor. El evangelio del reino será predicado en toda la tierra para testimonio a todas las naciones antes del fin de esta era. Así que, aquella predicación, representada por el caballo blanco del primer sello en Ap. 6:1-2, será una señal de la consumación de esta era.

  • El evangelio del reino es un testimonio a todas las naciones (los gentiles). Este testimonio debe extenderse por toda la tierra antes del fin de esta era, el período de la gran tribulación.

  • Véase la nota Mt. 24:62a.

  • Nadie sabe cuánto durarán los eventos mencionados en los vs. 4-14. Pero la profecía de los vs. 15-31, con respecto al remanente de los judíos, se cumplirá ciertamente en los últimos tres años y medio de esta era, el período de la gran tribulación, la segunda mitad de la última semana en la profecía de Dn. 9:27. Este período comenzará cuando se erija la imagen (el ídolo) del anticristo en el templo (v. 15) y terminará cuando Cristo venga visiblemente (v. 30).

  • Abominación denota un ídolo (Dt. 29:17). Aquí se refiere a la imagen del anticristo, la cual será erigida como ídolo en el templo de Dios (Ap. 13:14-15; 2 Ts. 2:4) al comienzo de la gran tribulación (v. 21). Así que, este ídolo será otra señal de la consumación de esta era.

  • O, de desolación. La abominación, la imagen del anticristo, causará desolación. Al anticristo se le llama “el destructor” (Apolión, Ap. 9:11) y causará mucha destrucción (Dn. 8:13, 23-25; 9:27).

  • Aquí lugar santo se refiere a los santuarios del templo de Dios (Sal. 68:35; Ez. 7:24; 21:2).

  • A las que estén encintas y a las que amamanten les será difícil escapar.

  • Durante el invierno es difícil escapar.

  • En día de Sábado a uno se le permitía recorrer solamente una corta distancia (Hch. 1:12), la cual no sería suficiente para escapar. Aquí la mención del día de Sábado indica que los judíos todavía guardarán este día después de la restauración de la nación de Israel. Los discípulos, el auditorio de la palabra del Señor aquí, tenían una doble condición: eran representantes del remanente de los judíos y eran creyentes neotestamentarios, los cuales constituyen la iglesia. En el pasaje donde el Señor hace referencia a los judíos (vs. 4-31), los discípulos representan el remanente de los judíos, mientras que en la sección que trata de la iglesia (Mt. 24:32-51; 25:1-30), ellos representan a los creyentes neotestamentarios. En los cuatro Evangelios vemos que, con respecto a las circunstancias exteriores, el Señor trataba a Sus discípulos como a judíos, pero en lo relacionado con el espíritu y la vida, los consideraba creyentes neotestamentarios.

  • La gran tribulación sucederá en los últimos tres años y medio de esta era. Véase la nota Ap. 11:24d. La gran tribulación de la cual se habla aquí tendrá a Jerusalén como centro y a Judea como circunferencia, mientras que la prueba mencionada en Ap. 3:10 tendrá como centro a Roma y como circunferencia toda la tierra habitada.

  • La gran tribulación sólo durará tres años y medio. Véase la nota Ap. 11:24d.

  • Lit., ninguna carne.

  • Aquí la frase los escogidos se refiere a los judíos, al pueblo escogido de Dios (Ro. 11:28). Así también en los versículos siguientes.

  • Los judíos rechazaron a Jesús como Mesías y siguen esperando a su Mesías. Necesitan saber que el Mesías, el Cristo, no aparecerá ni aquí ni allá sobre la tierra, sino que descenderá del cielo sobre las nubes.

  • El anticristo será el último de los falsos cristos y hará señales y prodigios engañosos con el poder de Satanás, a fin de engañar a los que perecen (2 Ts. 2:3, 9-10).

  • La frase otra bestia, en Ap. 13:11, se refiere al último de los falsos profetas (Ap. 19:20), quien hará grandes señales para engañar a los moradores de la tierra (Ap. 13:13-14).

  • Lit., darán.

  • El desierto es un lugar adonde un hombre puede ir si desea separarse del mundo. Esto fácilmente puede hacer que la gente se pregunte si tal hombre es el Mesías, como sucedió en el caso de Juan el Bautista (Mt. 3:1; Jn. 1:19-20).

  • O, cámaras privadas; un lugar donde una persona puede aparentar misticismo para fascinar a la gente.

  • La segunda venida de Cristo tiene dos aspectos: uno es secreto, relacionado con los creyentes que velan; el otro es visible, relacionado con los judíos y gentiles incrédulos. Aquí el relámpago representa el aspecto visible, el cual ocurrirá después de la gran tribulación (vs. 29-30), mientras que en el v. 43 la venida del ladrón representa el aspecto secreto, que sucederá antes de la gran tribulación. El relámpago puede considerarse como algo oculto tras una nube, que espera la oportunidad de estallar. Del mismo modo, Cristo estará envuelto en una nube (Ap. 10:1) en el aire por cierto tiempo y luego aparecerá repentinamente, como un relámpago que cae a la tierra. Entonces, la venida del Señor como relámpago será una señal del fin de Su parusía (véase la nota Mt. 24:33d). Esto también implica que el Señor es como la electricidad.

  • Véase la nota Mt. 24:33d. Así también en los vs. 37, 39.

  • Según el contexto, los vs. 15, 21 implican que al final de esta era el anticristo será la causa de la gran tribulación. Será necesario juzgarlo y destruirlo. En Adán todos están muertos (1 Co. 15:22); así que el anticristo maligno, quien con sus ejércitos malignos guerreará contra el Señor en Armagedón (Ap. 19:17-21), a los ojos del Señor es un cadáver fétido, y sólo sirve para satisfacer la voracidad de los buitres. Además, en las Escrituras tanto el Señor como aquellos que en Él confían son comparados con el águila (Éx. 19:4; Dt. 32:11; Is. 40:31), y los ejércitos veloces y destructores son comparados con águilas en vuelo (Dt. 28:49; Os. 8:1). Así que, sin lugar a dudas los buitres aquí, por ser aves rapaces del género del águila, se refieren a Cristo y los vencedores, quienes vendrán volando como un ejército veloz para guerrear contra el anticristo y sus ejércitos y para destruirlos en Armagedón, ejecutando así el juicio de Dios sobre ellos. Esto no sólo indica que Cristo en Su manifestación aparecerá junto con Sus santos vencedores en el lugar donde el anticristo esté con sus ejércitos, sino que también Cristo y los vencedores vendrán rápidamente como los buitres desde los cielos. Esto corresponde al relámpago del versículo anterior.

  • Esto es una prueba contundente de que Cristo vendrá visiblemente después de la gran tribulación (v. 21).

  • Esta calamidad sobrenatural sucederá en los cielos después de la gran tribulación, en la conclusión de esta era (véase la nota Ap. 6:122a). Esto difiere de la calamidad del sexto sello y la cuarta trompeta (Ap. 6:12-13; 8:12), que sucederá al comienzo de la gran tribulación.

  • Es imposible determinar cuál será esta señal. No obstante, debe de ser sobrenatural y claramente visible (tal vez como el relámpago que se menciona en el v. 27), y aparecerá en los cielos.

  • Lit., se golpearán (el pecho).

  • Aquí las tribus son las tribus de la nación de Israel, y la tierra es la Tierra Santa. En la manifestación del Señor, todas las tribus de Israel se arrepentirán y se lamentarán (Zac. 12:10-14; Ap. 1:7).

  • Para ese entonces, el Señor ya no estará en las nubes sino sobre las nubes, y los que están en la tierra lo verán. Éste es el aspecto visible de Su segunda venida. Véase la nota Ap. 10:12b y la nota Ap. 14:141.

  • Cristo en Su primera venida manifestó Su autoridad en acciones tales como echar fuera demonios y sanar enfermedades (Mr. 6:7; Mt. 8:8-9), para vindicarse como Rey celestial, mientras que en Su segunda venida, Él ejercerá Su poder para ejecutar el juicio de Dios, a fin de destruir al anticristo y los ejércitos de éste, y para atar a Satanás, a fin de establecer Su reino en la tierra.

  • Después de la gran tribulación, al regresar el Señor a la tierra, juntará en la Tierra Santa a los judíos esparcidos por todos los rincones del mundo. Así se cumplirá no sólo lo que el Señor dijo en 23:37, sino también lo que Dios prometió en el Antiguo Testamento (véase la referencias arriba).

  • Mas indica que el v. 32 comienza otra sección. Este pasaje, Mt. 24:32-51; 25:1-30, trata de la iglesia.

  • La higuera, que representa a la nación de Israel, fue maldecida en Mt. 21:19 (véanse las notas). La nación de Israel pasó por un largo invierno desde el primer siglo d. C. hasta 1948, cuando fue restaurada. En aquel tiempo su rama ya era tierna y brotaron las hojas. Para los creyentes esta higuera es una señal del fin de esta era.

  • Una rama tierna es indicio de que al árbol le ha vuelto la vida.

  • Las hojas que brotaron representan actividades exteriores.

  • El invierno representa el tiempo en que las cosas se secan (Mt. 21:19), los tiempos de la tribulación (vs. 7-21); el verano representa la era del reino (restaurado, Lc. 21:30-31), la cual comenzará con la segunda venida del Señor.

  • Todas estas cosas son las cosas predichas en los vs. 7-32.

  • La frase está cerca se refiere a la restauración del reino de Israel (Hch. 1:6), representada por el verano del v. 32.

  • Aquí la palabra generación no se refiere a una generación como las que se mencionan en 1:17, las cuales son un período de tiempo o la vida de cierta persona; se refiere a una generación determinada por el lapso en que el pueblo está en cierta condición moral, como las generaciones mencionadas en Mt. 11:16; 12:39, 41-42, 45 y Pr. 30:11-14.

  • El Hijo, en Su posición como Hijo del Hombre (v. 37), no sabe el día ni la hora de Su regreso.

  • La venida del Señor (la parusía) será como los días de Noé. Esto indica que cuando la parusía del Señor esté por ocurrir, será como los días de Noé; es decir, la situación que prevalecerá antes de la venida del Señor será como la de los días de Noé.

  • La palabra pues indica que este versículo explica por qué y en qué sentido la parusía del Señor será como en los días de Noé. En los días de Noé prevalecían las siguientes condiciones:
    1) la gente estaba embotada con actividades concernientes a la comida, la bebida y el matrimonio
    2) ellos no se dieron cuenta de que venía el juicio, sino hasta que llegó el diluvio y se los llevó.
    De la misma manera, cuando la parusía del Señor esté cerca, la gente estará embotada con las necesidades de esta vida y no se darán cuenta de que el juicio de Dios (representado por el diluvio) vendrá sobre ellos cuando aparezca el Señor. Sin embargo, los creyentes deben ser traídos a la sobriedad y deben saber claramente que Cristo viene para ejecutar el juicio de Dios sobre este mundo corrupto.

  • Al principio comer, beber y casarse fueron ordenados por Dios para la subsistencia del hombre. Pero debido a la concupiscencia del hombre, Satanás puede emplear estas necesidades de la vida humana para ocupar al hombre y alejarlo de los intereses de Dios. A fines de esta era, cuando esté cerca la parusía del Señor, esta situación se intensificará.

  • Entonces indica que mientras la gente mundana está embotada por las cosas materiales e ignora que el juicio viene, algunos de los creyentes serios y vigilantes serán tomados. Los que estén embotados e insensibilizados deberían ver esto como una señal de la venida de Cristo.

  • Estos hombres deben de ser hermanos en Cristo.

  • Las expresiones en el campo y estarán moliendo indican el hecho de ganarse el sustento trabajando. Aunque los creyentes no deben estar embotados por las necesidades de esta vida, necesitan ganarse el sustento trabajando. El pensamiento de abandonar el trabajo con el cual uno se gana la vida, es otro extremo de la táctica de Satanás.

  • Esto equivale a ser arrebatado antes de la gran tribulación. Este arrebatamiento es una señal de la venida (la parusía) del Señor y es una señal para los judíos.

  • Estas mujeres deben de ser hermanas en el Señor.

  • Véase la nota Mt. 24:403.

  • Véase la nota Mt. 24:404.

  • La expresión velad, pues y las palabras vuestro Señor son prueba de que los dos hombres y las dos mujeres de los vs. 40-41 son creyentes. El Señor no exhortaría a los incrédulos a que velaran, ni tampoco Cristo es Señor de los incrédulos.

  • Dueño de casa se refiere al creyente, y casa a la conducta y la obra del creyente en su vida cristiana.

  • Un ladrón viene en un momento inesperado para robar cosas preciosas. El Señor vendrá secretamente, como ladrón, a los que le aman, y se los llevará como Sus tesoros. Por tanto, debemos velar (v. 42).

  • Ésta es la venida secreta del Señor a los vencedores vigilantes.

  • Se muestra fidelidad para con el Señor, pero se ejerce prudencia para con los creyentes. Uno vela con el fin de ser arrebatado y llevado a la presencia del Señor (v. 42); uno es fiel con el fin de reinar en el reino (v. 47).

  • Se refiere a los creyentes (Ef. 2:19), quienes constituyen la iglesia (1 Ti. 3:15).

  • Dar alimento se refiere a ministrar la palabra de Dios y Cristo como suministro de vida a los creyentes en la iglesia.

  • Aquí ser bienaventurado significa recibir como recompensa la autoridad para reinar en la manifestación del reino.

  • En la manifestación del reino de los cielos, el Señor pondrá al esclavo fiel sobre todos Sus bienes. Esto será su recompensa.

  • El esclavo malo es un creyente salvo, como se ve en el hecho de que:
    1) fue designado por el Señor (v. 45),
    2) llamó al Señor “mi Señor”
    3) creyó que el Señor vendría.

  • Esto significa tratar mal a los demás creyentes.

  • Esto significa asociarse con la gente mundana, quienes se embriagan de cosas mundanas.

  • Se refiere al hecho de ser separado del Cristo glorioso, de la gloria de Su reino y de Su gloriosa presencia en Su reino, y a ser privado de tener parte en Cristo y en la gloria de Su reino en la manifestación del mismo, lo cual disfrutarán los esclavos fieles (v. 45; 25:21, 23). Esto corresponde a la frase echadle en que se encuentra al final de la parábola de los talentos (Mt. 25:14-30), la cual completa esta sección, vs. 45-51.

  • Esto no significa perecer eternamente, sino ser castigado dispensacionalmente. Véase la nota He. 12:281a.

  • Véase la nota Mt. 6:22b.

  • Véase la nota Mt. 8:123b.

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