Los dolores de parto tienen como fin dar a luz un hijo. En Su economía neotestamentaria, el deseo y propósito de Dios es producir muchos hijos (Gá. 3:26; He. 2:10) como Su expresión. Así que, aquí dolores de parto se refiere a todas las tribulaciones de la era neotestamentaria, que incluyen guerras, hambres, terremotos, aflicciones y persecuciones, como en los vs. 6-9, 21. Los dolores de parto aquí mencionados los sufren únicamente los creyentes neotestamentarios a causa del Señor, mientras que los dolores mencionados en Ap. 12:2 hacen referencia a todos los dolores sufridos por el pueblo de Dios a lo largo de las generaciones, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. Estas tribulaciones, junto con la predicación del evangelio (v. 14), son usadas por Dios para producir Sus muchos hijos a fin de constituir la iglesia en esta era, hacer realidad el reino en la era venidera, y producir la Nueva Jerusalén en la eternidad como máxima consumación de la iglesia y del reino, a fin de tener una expresión eterna en la eternidad futura. Gá. 4:19 y Ap. 12:2, 5 confirman este punto de vista.